La madre de David Cameron ha firmado una petición contra los recortes a los servicios para niños que hará el gobierno local del condado del primer ministro. Mary Cameron, que tiene 81 años y trabajó durante varios años como jueza, ha confirmado al periódico británico Daily Mirror que firmó una petición para salvar los centros infantiles que el gobierno local del condado de Oxfordshire, gobernado por los conservadores, ha decidido cerrar.
La petición, firmada por unas 10.000 personas, dice: “Los centros de nuestros hijos son un sustento para los nuevos padres que dependen del asesoramiento y el apoyo cercanos en el momento en el que más falta hacen. Recortar esos servicios esenciales dejaría a las familias en una situación de vulnerabilidad y aislamiento y dejaría tirada a una generación entera de niños”.
“Mi nombre está en la petición, pero no quiero hablar nada más sobre esto”, ha dicho Mary Cameron al Daily Mirror.
El propio primer ministro fue acusado de hipocresía por escribir al gobierno de Oxfordshire para protestar contra los recortes en esa área. En una carta filtrada en noviembre, Cameron reprendía al presidente de la institución, Ian Hudspeth, por considerar recortes en centros de día para mayores, bibliotecas y museos.
En aquel momento, el primer ministro afirmó que las propuestas de posibles recortes eran decepcionantes y sugirió que el gobierno local se centrara en ahorros en la Administración local y en que los servicios de emergencias compartan recursos. Sin embargo, en las cartas intercambiadas entre Cameron y Hudspeth, obtenidas por el diario Oxford Mail, se puede ver que el segundo manifestó al primero su desacuerdo con sus propuestas punto por punto.
En su respuesta, Hudspeth le explicaba que su gobierno ya había recortado sus funciones y optado por los servicios mixtos (público-privados) desde 2006, que redujo su personal en miles de empleados y que vendió propiedades. El líder local también señaló las nuevas competencias que habían sido transferidas al condado, que incluyen salud pública y bienestar social, a pesar de que la financiación del Gobierno central había disminuido.
Traducción de: Jaime Sevilla