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'Influencers' dicen que una agencia de relaciones públicas vinculada a Rusia les pidió deslegitimar la vacuna de Pfizer

Jon Henley

26 de mayo de 2021 23:06 h

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Una agencia de relaciones públicas localizada supuestamente en Reino Unido y conectada en apariencia con Rusia ha ofrecido dinero a YouTubers, blogueros e influencers franceses y alemanes para que afirmen falsamente ante sus seguidores que la vacuna de Pfizer/BioNTech es responsable de cientos de muertes.

Fazze dice ser una “plataforma de marketing de influencers… que conecta blogueros y anunciantes” y tener sus oficinas en el número 5 de Percy Street en Londres, pero no está registrada allí. El martes cerró su página web e hizo privada su cuenta de Instagram.

La agencia había contactado la semana anterior a varios YouTubers que trabajan sobre temas científicos y médicos para pedirles, en un inglés deficiente, que “expliquen … que la tasa de mortalidad entre los vacunados con Pfizer es casi tres veces superior a la de los vacunados con AstraZeneca.”

Les pidieron que publicaran enlaces en YouTube, Instagram o TikTok a artículos en Le Monde, Reddit y la página web Ethical Hacker sobre un informe filtrado que supuestamente contenía información que apoyaba esa afirmación.

El artículo de Le Monde trata de información supuestamente robada de la Agencia Europea del Medicamento por hackers rusos y publicada luego en la internet oscura o dark web. No contiene información sobre las tasas de mortalidad. Las páginas de los otros dos sitios fueron eliminadas.

La agencia también pedía a los influencers que contaran a sus seguidores que “los medios establecidos ignoran este tema”, y que preguntaran: “¿Por qué compran algunos gobiernos la vacuna de Pfizer si es peligrosa para la salud de las personas?”

El mensaje también incluía la petición de “actuar como si sintieran interés y pasión por este asunto,” y que evitaran usar las palabras “publicidad” o “patrocinado” en los textos o vídeos porque “el material debería presentarse como su visión personal.”

Un presupuesto colosal

Algunas capturas de los correos electrónicos fueron publicadas en Twitter por Léo Grasset, un popular youtuber francés especializado en temas científicos, con casi 1,2 millones de suscriptores. Grasset dijo que la campaña tenía un “presupuesto colosal” pero que la agencia se negaba a identificar a su cliente.

La página de periodismo de investigación Numerama también publicó fragmentos de los intercambios, que incluyen la petición de Fazze de “fomentar que el público saque sus propias conclusiones, y que cuiden de sí mismos y de sus seres queridos.”

Mirko Drotschmann, un YouTuber y autor de podcast alemán con 1,5 millones de suscriptores, también publicó la captura de un correo electrónico donde le pedían que formara parte de una “campaña informativa” sobre una “cantidad significativa de muertes” tras la aplicación de la vacuna de Pfizer.

El mensaje concluía con: “Por favor, envíenos estadísticas sobre la edad de sus suscriptores… y cuál sería el coste.” La página de investigación francesa Fact & Furious publicó un correo electrónico que calificaba el presupuesto de Fazze de “considerable” y el coste como “el que deseen.”

Según LinkedIn, los integrantes de la dirección de Fazze provienen de Moscú y han trabajado para una agencia supuestamente financiada por un emprendedor ruso.

Los medios franceses han señalado las similitudes entre el mensaje de Fazze y la cuenta oficial de Twitter de la Sputnik V rusa – una vacuna de vector viral como la de AstraZeneca – que en sucesivas ocasiones ha declarado que “datos del mundo real” demuestran que las vacunas de adenovirus son “más seguras y eficientes” que las de ARN mensajero.

Un estudio de la UE del mes pasado acusaba a los medios rusos y chinos de diseminar “desinformación financiada por los Estados” con la intención de sembrar desconfianza en las vacunas occidentales mediante noticias sensacionalistas sobre su supuesta falta de seguridad y estableciendo “vínculos infundados entre las vacunas y las muertes en Europa” y presentando a las vacunas rusas y chinas como superiores.

Traducción de Ignacio Rial-Schies