Más allá de Mamma Mia! Grecia seduce a Hollywood para filmar allí sus superproducciones

Helena Smith

Amorgos (Grecia) —

Nikos Giannopoulos recuerda como si fuera hoy la emoción que despertó entre los habitantes de Amorgos la llegada hace treinta años de los cineastas franceses que rodaron El gran azul. “Todos querían formar parte de ella”, dice Giannopoulos, que trabajó como productor ejecutivo de aquella película, mientras se adentra en el paisaje de la isla remota. “Fue un cambio radical que ayudó a poner a Amorgos en el mapa”.

La película de Luc Besson sobre dos buceadores de apnea, un gran éxito comercial devenido en clásico de culto, disparó la llegada de turistas. Pero habría que esperar más de diez años antes de que volvieran a filmar en Grecia otros éxitos de taquilla en Grecia, con los rodajes repletos de estrellas en La mandolina del capitán Corelli (2001), en la isla de Cefalonia; y la filmación de Mamma Mia! (2008), en la de Skópelos.

Las continuas peticiones de los cineastas que querían aprovechar los atributos naturales únicos del país, su característica luz, su escarpado paisaje y sus azules aguas, cayeron en oídos sordos. Hollywood miró hacia otro lado después de ser rechazado por la engorrosa burocracia y la falta de incentivos financieros. Pero ahora, cuando Grecia comienza a mostrar tímidos signos de recuperación económica tras ocho años de tormenta financiera, las autoridades están dándose cuenta de que la industria cinematográfica puede ofrecer al país un futuro mejor.

Atraer de nuevo a los productores de Hollywood

El mes pasado, cuando Atenas apostó todo en su campaña de seducción a Hollywood, un grupo de empleados del gobierno hizo el viaje a Amorgos. “Es ridículo que tantas películas ambientadas en Grecia deban ser rodadas en otros lugares”, se queja Andonis Kioukas, director de cine y actual presidente del festival internacional de cine de Amorgos. “Se han perdido tantas oportunidades. En los últimos diez años hemos perdido Alejandro Magno, Troya, 300 y la secuela de Mamma Mia!; Grecia podría ser el mejor estudio al aire libre del mundo... Durante años hemos insistido en que hacía falta tomar medidas para ganar competitividad”.

Pese a la falta de liquidez y al endeudamiento, Grecia ha impulsado hace poco una legislación que destinará en los próximos cinco años 450 millones de euros del presupuesto nacional a producciones audiovisuales. “Nuestro deseo es facilitar el trabajo de la industria audiovisual de todas las formas que podamos”, explica Kostas Tsegas, director general de la Oficina Griega de Turismo. “Los efectos multiplicadores sobre la economía son enormes... Las superproducciones extranjeras provocan un aumento del PIB del país. Una sola superproducción puede generar más de 755 empleos”.

Durante su visita del mes pasado a los estudios cinematográficos de Chicago (los más grandes, después de Hollywood), el primer ministro griego Alexis Tsipras dijo que se había una reserva de dinero para devolver en efectivo el 25% de los gastos que hicieran los productores extranjeros en Grecia. Con la tasa de desempleo más alta de Europa, los funcionarios ven ahora al creciente sector del entretenimiento como una valiosa fuente de empleo. Bajo el peso de la crisis económica, el país ha sufrido una fuga de cerebros sin precedentes de sus mejores y más brillantes ciudadanos.

“Es un asunto nacional y no hay tiempo para la autocomplacencia”, dijo Lefteris Kretsos, un alto funcionario del izquierdista gobierno de Atenas, que viajó a Chicago junto a Tsipras y estuvo a cargo de la legislación para favorecer al sector. “Esta es una industria global y, ya sean películas, series de TV, videojuegos, documentales o animación, está creciendo todo el tiempo”. 

Menos obstáculos burocráticos

Este verano, el gobierno también aprobó una ley para reducir los obstáculos burocráticos: se ha creado una comisión cinematográfica griega (“Hellenic Film Commission”) para supervisar los permisos y el plan es ampliarla con oficinas regionales por todo el país.

Recordando los obstáculos que han impedido a los cineastas extranjeros trabajar en Grecia, el director de cine Pantelis Voulgaris contaba la semana pasada cómo Nicolas Cage se había visto obligado a eludir las duras leyes laborales registrándose como el panderetista de una banda gitana amateur para poder actuar en La mandolina del capitán Corelli.

También es bastante difícil sortear al poderoso consejo arqueológico del país. Cuando una historia se considera ofensiva para el espíritu de la antigua Grecia, se niega automáticamente el acceso a los equipos de filmación. Como dijo Venia Vergou, directora de la Hellenic Film Commission, “a menudo los arqueólogos piden leer los guiones antes de entregar los permisos para filmar en sitios antiguos pero, por supuesto, los argumentos [de las películas] de Hollywood son muy secretos, así que eso nunca va a suceder”. “Una de nuestras principales ventajas son los cientos de hermosos yacimientos arqueológicos... Un país amigo de las películas siempre dirá que sí a los permisos”.

Los estudios demuestran indiscutiblemente que los veraneantes son más proclives a elegir un destino cuando se ha filmado una buena película allí. Tras la popular franquicia Harry Potter y la trilogía El señor de los anillos, el Reino Unido y Nueva Zelanda experimentaron aumentos turísticos del 40% y el 50% respectivamente.

Según Vergou, que también asistió al festival de cine, “el impacto de una película rodada en un lugar maravilloso es mucho mayor que el de una campaña de promoción de un organismo de promoción turística”.

Con un elenco que incluía a Meryl Streep, Colin Firth, Pierce Brosnan y Julie Walters, Mamma Mia! recaudó 609,8 millones de dólares en todo el mundo. A pesar de este fenomenal éxito, los estudios Universal Pictures decidieron no regresar a Grecia. En su lugar, la secuela, Mamma Mia ¡Una y otra vez! fue filmada en Croacia, con la isla de Vis representando el papel de la ficticia isla griega Kalokairi, donde se desarrolla la historia.

“Es vergonzoso que con el estudio físico más bello de Europa no hayamos explotado nuestros grandes activos naturales”, afirma Kretsos. “Grecia es la cuna de la narración de historias, debería haber hecho mucho más en este campo”.

Traducido por Francisco de Zárate