Barack Obama ha pedido a Carolina del Norte y Mississippi que retiren las leyes que afectan a los ciudadanos gays y transgénero. El tema surgió al final de una rueda de prensa en Londres con el primer ministro David Cameron. Un periodista preguntó por unas recomendaciones de viaje que el Ministerio británico de Exteriores publicó hace poco, en las que advierte a los turistas LGTB de los peligros de visitar Carolina del Norte y Mississippi después de que ambos hayan aprobado leyes consideradas “antigay” por los activistas.
“Deberíais venir y pasarlo bien, y creo que seréis tratados con una hospitalidad extraordinaria”, dijo Obama. “También pienso que las leyes que se han aprobado ahí son un error y deberían derogarse. Son una respuesta en parte a la política y en parte a algunas emociones intensas generadas por personas. Algunas de estas son buenas personas, pero no estoy de acuerdo con ellas cuando se trata de respetar la igualdad de derechos de todas las personas sin importar su orientación sexual, ya sean transgénero, gays o lesbianas”.
Más allá de la política, el presidente de Estados Unidos elogió a los ciudadanos de los estados del sur. “Quiero que todo el mundo aquí en Reino Unido sepa que la gente de Carolina del Norte y Mississippi es gente maravillosa”, expresó. “Si venís a esos estados, todo el mundo será bien tratado”.
Las leyes empezaron como proyectos centrados en si los baños y vestuarios públicos solo podían usarlos las personas en función de su sexo biológico, y no de su identidad de género, lo que discriminaría a los ciudadanos transgénero. Pero por el camino esos textos se ampliaron para abarcar los derechos de las personas lesbianas, gays y transgénero en general.
Estas decisiones legales han amenazado las economías de ambos estados. En Carolina del Norte, varias empresas influyentes han denunciado la ley y algunas han respondido cambiando sus planes de negocio en el Estado. Google, Apple, American Airlines, Marriott y Bank of America –que da trabajo a 15.000 personas en Carolina del Norte– han manifestado su oposición a la ley. Y varios músicos, liderados por Bruce Springsteen, han cancelado sus conciertos allí.
En esos estados, la legislación ha dividido a los ciudadanos. En el montañoso oeste de Carolina del Norte, por ejemplo, ciudades como Asheville son conocidas por su inclusión y su progresismo, en comparación con la mitad este del Estado, que es más conservadora. En Mississippi, las opiniones de las zonas rurales del norte difieren de la costa del Golfo, más progresista.
“Es de verdad una cuestión de igualdad y seguridad para todos”, dijo hace poco a the Guardian la alcaldesa de Asheville, Esther Manheimer. “No podemos perder eso de vista”.
Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo