El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha afirmado este martes que su país no participará en el conflicto ruso-ucraniano, aunque ha informado de que reforzará la presencia militar en la frontera occidental con cinco batallones adicionales y de que ha puesto en alerta sus sistemas de defensa antiaérea “para impedir posibles ataques por la espalda contra las fuerzas rusas”, según difunde la agencia oficial BELTA.
“El Ejército bielorruso no ha tomado parte en las hostilidades ni va a hacerlo. No vamos a participar en la operación especial en Ucrania. No hay necesidad de ello”, dijo Lukashenko, en una reunión conjunta del Consejo de Seguridad y el Consejo de Ministros, en el que anunció el refuerzo en la frontera. “No podemos hacerlo de otra manera. Siempre esperamos provocaciones de los socios occidentales. En lo político, en lo económico y en el terreno militar”, añadió.
Para el presidente bielorruso la situación actual “es consecuencia directa de la política irracional de Occidente, dirigida a imponer sus intereses y dañar la seguridad de otros”. Entre otros factores que, en su opinión, llevaron al conflicto ruso-ucraniano citó “el total desprecio de Occidente por el sistema de seguridad, el equilibrio del sistema de controles y equilibrios que se lograron con dificultad después del colapso de la Unión Soviética”.
“La degradación y el minusvalorar los tratados y acuerdos internacionales condujo a una escalada de la situación político-militar en nuestra región”, señaló el presidente bielorruso. “Por cierto, incluso antes del inicio de las acciones militares, nosotros propusimos a los colegas ucranianos que establecieran contacto directo con la parte rusa. Estábamos dispuestos a prestar la ayuda necesaria para esto. Pero nuestra propuesta fue ignorada”, dijo.
Ucrania considera que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, es cómplice de la invasión. Este país ha acogido a más de 30.000 soldados rusos y equipamiento militar para unos ejercicios que han servido a Moscú para cruzar la frontera sur y atacar a Ucrania.
La empresa tecnológica Apple ha anunciado este martes que suspende temporalmente la venta de sus productos en Rusia debido a la invasión de Ucrania.
La compañía ha agregado en un comunicado que también limita el acceso al sistema de pago Apple Pay y que deja de ofrecer cierta información en los mapas de Ucrania de su aplicación Apple Maps con el fin de proteger la seguridad de los ciudadanos ucranianos.
Además, la App Store de Apple ya no permitirá que se descarguen fuera de Rusia las aplicaciones de la cadena rusa RT y la agencia Sputnik. Asimismo, Apple explicó que la semana pasada ya dejó de exportar los productos destinados a ser vendidos en el mercado ruso, como iPhone o iPad. “Estamos muy preocupados por la invasión rusa de Ucrania y estamos junto a aquellas personas que están sufriendo debido a la violencia”, ha indicado la compañía en su comunicado.
Por EFE.
El ministro de Consumo español, Alberto Garzón, ha reclamado que Rusia acabe con su “agresión imperialista” sobre Ucrania.
Lo ha hecho a través de un tuit, donde ha indicado que Rusia sigue “bombardeando y matando también civiles”. El titular de Consumo ha indicado que el “pueblo trabajador ucraniano necesita ahora toda nuestra solidaridad y apoyo”.
“Esta invasión debe terminar y Rusia debe respetar la soberanía de Ucrania”, ha zanjado Garzón en su cuenta personal de Twitter.
La multinacional alemana de prendas deportivas Adidas ha anunciado hoy un portavoz.
La empresa, radicada cerca de la ciudad de Núremberg, ha comunicado que la suspensión tiene efecto inmediato sin aportar más detalles.
La decisión de Adidas se alinea con otras tomadas por organismos deportivos. La FIFA suspendió este lunes a las selecciones nacionales de Rusia de las competiciones internacionales de fútbol como sanción por la invasión de Ucrania.
Amnistía Internacional ha dicho que su laboratorio ha analizado pruebas digitales, incluidas fotografías, vídeos e imágenes de satélite de “ataques indiscriminados” en Ucrania. “Han verificado violaciones del derecho internacional que podrían constituir crímenes de guerra”, denuncia la ONG en un tuit.
La organización especializada ha trazado en un mapa una decena de zonas verificadas en las que ha habido “ataques indiscriminados” que han matado o herido a civiles, incluido niños.
La ONG ha dicho este martes que la invasión de Ucrania por parte de Rusia es “una violación manifiesta de la Carta de las Naciones Unidas” y “un acto de agresión que es un crimen según el derecho internacional”. La entidad exige que todos los involucrados en este crimen rindan cuentas por esas violaciones.
Informa Icíar Gutiérrez.
La Mesa del Congreso de los Diputados ha acordado este martes que la fachada de la Cámara Baja se ilumine a partir de esta noche y hasta la noche del próximo domingo, 6 de marzo, con los colores de la bandera de Ucrania.
Asimismo, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha invitado al ministro consejero y encargado de Negocios de la Embajada de Ucrania en Madrid, Dmytro Matiuschenko, a asistir a la tribuna de invitados durante el pleno de mañana. Matiuschenko será recibido antes del pleno por la presidenta del Congreso y por el presidente del Senado.
Informa Iñigo Aduriz.
637 votos a favor, 13 en contra y 36 abstenciones. Es el resultado de la votación en el Parlamento Europeo sobre la resolución de condena de la invasión rusa sobre Ucrania, aprobada por el 93% de los eurodiputados que participaron en la votación. Es decir, las bancadas casi al completo de populares, socialistas, liberales, verdes y ultraconservadores, así como una parte de La Izquierda y buena parte de la extrema derecha.
En la resolución aprobada, el Parlamento Europea condena “con la mayor contundencia la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia”, y pide que el Kremlin ponga fin a todas las actividades militares en el país. También denuncia el papel del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, en la agresión.
Los eurodiputados rechazan la “retórica rusa que apunta al posible recurso a armas de destrucción masiva”, al tiempo que recuerdan a Rusia “sus obligaciones internacionales y advierten de los peligros de una escalada nuclear del conflicto”. Piden, además, a la Comisión Europea y a los países de la Unión que “proporcionen más ayuda humanitaria de emergencia a Ucrania en cooperación con las agencias humanitarias de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales asociadas”.
Además, el texto pide a los países de la UE que aceleren el suministro de armas a Ucrania para responder al ataque de Rusia. También aboga por aumentar la cooperación en materia de inteligencia con Ucrania en relación con la agresión en curso. El Parlamento también apoya la activación de la directiva de protección temporal, con el fin de que todos los ucranianos que huyen de la guerra obtengan protección inmediata.
La resolución insta a las instituciones de la Unión a trabajar para conceder a Ucrania el estatus de país candidato. “Entre tanto”, dice la resolución, “la Unión debe seguir trabajando por la integración de Ucrania en el mercado único de la Unión en virtud del actual Acuerdo de Asociación entre la UE y Ucrania”.
Los eurodiputados también piden un recrudecimiento de las sanciones contra Rusia. Piden, en particular, que se restrinja la importación de los bienes de exportación rusos más importantes, como el petróleo y el gas. También piden que se bloquee el acceso de todos los bancos rusos al sistema financiero europeo y se excluya a Rusia del sistema SWIFT.
Los 13 votos en contra han llegado principalmente de partidos de izquierda, como IA –Miguel Urbán–, el KKE, el PCP o parte de Die Linke, que han argumentado su oposición al texto por “tener puntos que prefiguran una Europa construida sobre el militarismo y con la OTAN de gendarme”.
Un argumento similar al expresado por los grupos de izquierda que se han abstenido, como IU, el PTB o EH Bildu. El propio eurodiputado de IU, Manu Pineda, decía en su intervención en el pleno: “Condenamos el ataque y la invasión de Rusia a Ucrania. Estamos en contra de la guerra, y por eso no podemos apoyar una resolución que hace un llamamiento a las armas y que se referencia como garantía de paz en un instrumento de guerra que es la OTAN”.
Pero las 36 abstenciones también han llegado de grupos de extrema derecha, más próximos ideológicamente a Putin, que en el pasado se ha fotografiado con Le Pen, Salvini y Orbán. Por ejemplo, el FPÖ, Vlaams Belang, y un eurodiputado de Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen.
Informa Andrés Gil.
La torre de televisión en Kiev ha sido bombardeada por la artillería rusa, según informa el Ministerio de Defensa de Ucrania. Al parecer cinco personas habrían muerto en el ataque y otras cinco heridas, según fuentes oficiales ucranianas.
En un comunicado oficial difundido en redes sociales, se reconoce que la antena ha sido golpeada y que “durante algún tiempo” los canales de televisión no funcionarán. Además, se asegura que se pondría en marcha el sistema de emisión de emergencias.
Fuentes de Defensa de Ucrania advierten, además, que Rusia podría difundir noticias falsas “con el objetivo de desestabilizar la situación”.
La torre de telecomunicaciones de Kiev mide 385 metros de altura, es la segunda más alta en el mundo levantada con esta técnica de construcción –mediante piezas de acero–. Se empezó a construir en 1968 y se terminó en 1973.
Está ubicada a unos tres kilómetros del centro de la ciudad, en el parque de Babi Yar, un jardín de la memoria que recuerda el fusilamiento hace 80 años de más de 33.000 judíos a manos de los nazis.
Bombardeos de alta precisión
El Ministerio de Defensa de Rusia ya habían alertado de una serie de bombardeos de “alta precisión” contra instalaciones estratégicas de Kiev para “prevenir ataques de propaganda contra Rusia”.
Desde esta mañana imágenes vía satélite muestran kilométricas columnas de vehículos militares rusos, tanques, blindados, piezas de artillería y camiones de infantería, aproximándose a la capital para intentar una previsible toma de Kiev.
“La Unión nos da fortaleza y esto es lo que teme Putin”. Esa es la justificación del Gobierno para circunscribir el envío de armamento a Ucrania únicamente a través del fondo europeo de apoyo a la paz y no de forma bilateral como han anunciado la mayoría de países europeos. “España es coherente con la posición que ha mantenido y que mantiene en el caso de este conflicto de la fortaleza que nos aporta la Unión”, ha dicho la portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Sin embargo, el Gobierno sí ha enviado material defensivo y humanitario de forma directa sin pasar por la coordinación de Bruselas.
La estimación de Moncloa es que del total de los 500 millones para material militar -450 para armas y 50 para elementos de defensa- su contribución es de 40 millones de euros dado que representa el 8,7%. Pero el Gobierno rechaza enviar más armas al margen de ese fondo, como están haciendo la mayor parte los países europeos. Desde el Ejecutivo se agarran a las palabras del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, que ha emplazado a los líderes europeos a pensar “cómo armar a Ucrania no país por país uno tras otro de forma descoordinada”.
En Moncloa se esfuerzan por alejar de esa decisión la división en el seno de la coalición por las reticencias que públicamente ha expresado Podemos. “El Gobierno tiene una única voz en esta cuestión. Si les hablaba de la unidad en el contexto político y social en nuestro país [ha dicho Rodríguez sobre la petición que Pedro Sánchez ha hecho a la oposición], por supuesto la practicamos en el seno del Gobierno. Es evidente que de esta forma estamos actuando en esta cuestión”.
Escribe Irene Castro.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, ha asegurado a su homólogo chino, Wang Yi, que su país está dispuesto a seguir con las negociaciones con Rusia y que “espera” que China “desempeñe un papel de mediación para lograr un alto el fuego”.
“Poner fin a la guerra es la prioridad para la parte ucraniana y estamos tranquilos, abiertos a negociar una solución. Aunque la negociación no avanza sin problemas, estamos dispuestos a seguir con ella. También a fortalecer la comunicación con China. Esperamos la mediación de China para alcanzar un alto el fuego”, ha dicho Kuleba, según un comunicado de la Cancillería china.
Wang Yi ha expresado su preocupación por los daños a la población civil y ha pedido a Ucrania que siga negociando. “China deplora el estallido del conflicto y está extremadamente preocupada por los daños a la población civil. En vista de la continua expansión de los combates, la prioridad es aliviar la situación sobre el terreno tanto como sea posible para evitar que el conflicto se intensifique o se descontrole. Pedimos a ambas partes que busquen una solución mediante negociaciones”
Se trata de la primera llamada entre los responsables de la diplomacia china y ucraniana desde que comenzó la invasión, sobre el cual China ha mantenido una postura ambigua, y ha tenido lugar a petición de Ucrania, según el comunicado.
“La situación en Ucrania ha cambiado rápidamente. China deplora el estallido del conflicto y está extremadamente preocupada por el daño a los civiles. Abogamos por el respeto a la soberanía e integridad de todos los países. Pedimos a Ucrania y a Rusia que encuentren soluciones mediante consultas”, ha dicho Wang, aunque matiza que “la seguridad de un país no puede llegar a expensas de la de otros” o que “no puede lograrse mediante la expansión de bloques militares”.
Escribe Icíar Gutiérrez.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, augura que España será uno de los países que menos note la crisis que se derive del ataque de Rusia a Ucrania después de que Pedro Sánchez advirtiera este lunes de que la situación se prolongará en el tiempo. “Con respecto al impacto, los análisis apuntan a que España es probablemente el país menos expuesto desde el punto de vista comercial y energético”, ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Calviño ha reconocido que donde más se va a notar es en el precio de la energía y ha recordado que ya se han tomado medidas para rebajar la factura, como la rebaja del IVA, y que se están buscando fórmulas en el seno de la UE para “amortiguar el impacto”. “Estamos todos dando una respuesta con tres palabras: unidad, determinación y solidaridad”, ha dicho Calviño, que ha asegurado que se va a apoyar a los países que están “más expuestos” desde el punto de vista comercial, de recepción de refugiados y energético mientras que España tiene una “posición de diversificación de las fuentes de suministro”.
Informa Irene Castro.