Guaidó envía su propia “delegación” a la Asamblea General de la ONU para seguir aumentando la presión contra Maduro

EFE | eldiario.es

El presidente autoproclamado de Venezuela, Juan Guaidó, ha enviado un equipo a la Asamblea General de la ONU para reunirse con líderes internacionales y aumentar la presión contra Nicolás Maduro. “Hemos conformado una delegación que representará la próxima semana a nuestro Gobierno y a todos los venezolanos ante la 74º Asamblea General de las Naciones Unidas”, anunció Guaidó el domingo.

“Esta delegación tiene el mandato de construir acuerdos con los principales líderes del mundo para aumentar la presión contra la dictadura y apoyar al pueblo de Venezuela ante la grave crisis que padece nuestro país”, añadió.

La “delegación” estará encabezada por su representante de Exteriores, Julio Borges, pero no cumplirá las labores de representación oficial ante la ONU, que están reservadas al gobierno de Nicolás Maduro. El equipo de Guaidó también estará conformado por su embajador ante Estados Unidos, Carlos Vecchio, y el presidente de la Comisión del Parlamento para la Ayuda Humanitaria, el diputado Miguel Pizarro, a quien Guaidó designó como “comisionado presidencial para la Organización de Naciones Unidas [ONU]”.

El líder opositor ha indicado que Pizarro tendrá, desde ahora, “la labor de seguir aumentando la presión diplomática a la dictadura y coordinar esfuerzos junto a organismos multilaterales” en la ONU. Ha agregado que las “víctimas” y otros diputados también serán parte de su “delegación” en la Asamblea General de la ONU que comenzará el martes en Nueva York.

Maduro se queda en Miraflores

En un momento de tensión creciente con Colombia, Nicolás Maduro ha decidido quedarse en casa y enviará a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y al canciller, Jorge Arreaza, a defender su ejecutivo.

La delegación denunciará en la cumbre el supuesto vínculo entre Guaidó, la banda criminal colombiana 'Los Rastrojos' y el Gobierno de Iván Duque, a raíz de las fotografías publicadas hace unos días en las que aparecía Guaidó junto a dos líderes paramilitares. Los representantes de Maduro también llevarán a la Asamblea General una petición que dicen que contiene más de 13 millones de firmas contra el bloqueo de EEUU a los bienes estatales venezolanos dentro de su territorio.

La tensión entre Venezuela y Colombia, lejos de amainar, cobró impulso la semana pasada semana cuando Maduro denunció la existencia de presuntos planes para asesinarlo (no por primera vez), en esta ocasión gestados desde Bogotá y por los que acusó directamente a Duque. El presidente colombiano, quien se encuentra en EEUU, ha advertido que denunciará ante la ONU los vínculos estrechos entre el mandatario venezolano y la guerrilla colombiana.

Latinoamérica unida por crisis

Atomizados y absortos en sus conflictos internos, los países latinoamericanos llegan este año a la ONU muy lejos de una integración regional efectiva y sin más causa común que la preocupación por Venezuela. Con pocos visos de solución a corto plazo, la aguda crisis venezolana volverá a marcar la agenda latinoamericana en la Asamblea General, como ocurrió el año pasado, aunque en esta ocasión sin la presencia de Maduro.

Al margen de las intervenciones oficiales en la Asamblea General, el problema venezolano también centrará una reunión del presidente de EEUU, Donald Trump, con líderes latinoamericanos prevista para el miércoles 25, así como los contactos de los miembros del Grupo de Lima presentes en Nueva York.

La novedad este año viene en forma de siglas: las del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Ante la amenaza que a su juicio supone la crisis venezolana para la región, 12 países americanos de la OEA —de los veinte que en su día lo rubricaron— han propuesto reactivar este mecanismo de defensa mutua. 

Los cancilleres de los 12 países firmantes se reunirán este lunes en Nueva York para acordar los próximos pasos respecto a Venezuela. Se considerará la ruptura diplomática y económica con el país petrolero.

Los países que abogan por activar el tratado son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, EEUU, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela, representada por la facción de Guaidó. El Ejecutivo de Maduro ha calificado la propuesta activación del TIAR como “infame”.