Avance Wild, un brindis a la libertad de manos de Michel Ancel

En la industria del videojuego siempre ha habido estudios mayores y menores, pero no cabe duda de que hasta hace bien poquito todo giraba en torno a las grandes editoras. Eran ellas las que movían los hilos, las que decidían qué juegos estaban de moda y cuáles no y las que apoyaban o exiliaban a los desarrolladores. Sin embargo desde hace un tiempo las tornas están cambiando gracias al auge de los desarrolladores indies, quienes con sus juegos han sabido traer frescura rompiendo más de un molde.

Quizás sea esta especie de levantamiento popular el que está provocando que algunos de los desarrolladores de mayor renombre, hasta ahora atados a la voluntad de ciertas editoras, se hayan decidido a dar el salto creando sus propios estudios independientes. Ahí tenemos por ejemplo a Peter Molyneux, quién salió de Microsoft/Lionhead Studios para fundar 22 Cans. También está Ken Levine, padre de Bioshock, quien tras disolver Irrational Games cortó lazos con 2K Games para fundar su propio estudio. O mirar el caso de Cliff Bleszinski, creador original del testosterónico Gears of War, quien tras salir de Epic Games ha dado a luz a Boss Key Productions y ya tiene entre manos Blue Streak, su primer videojuego.

A todos estos genios se les une ahora Michel Ancel, creativo francés de cuyo imaginario han salido joyas como Rayman, saga plataformera mítica donde las haya, y el genial Beyond: Good & Evil. Y es que Ancel ya ha anunciado que tiene un nuevo hogar, Wild Sheep Studio, tras dejar atrás Ubisoft, compañía con la que a pesar de todo seguirá colaborando en proyectos puntuales como el esperadísimo Beyond: Good & Evil 2.

¿Qué es Wild?

Pero vayamos al grano. El caso es que Ancel además de nuevo estudio tiene nuevo videojuego, un llamativo Wild que fue presentado durante la conferencia de prensa de Sony en la Gamescom 2014, la feria de videojuegos más importante de Europa que se está celebrando estos días en la ciudad alemana de Colonia. Anunciado como un exclusivo de Playstation 4, se trata de un título realmente ambicioso pese a estar desarrollado por un pequeño equipo de apenas trece personas.

Con un enfoque naturalista donde parece que todas las especies de fauna y flora conviven en suma armonía, se presenta como una propuesta de mundo abierto donde la libertad será la clave, su espina dorsal. ¿Campaña individual? ¿Historia absorbente? ¿Giros de guion? Todo parece apuntar a que no habrá nada de eso, apostando por mecánicas más propias de juegos como Minecraft donde es el jugador el que crea su propia experiencia sin tener que seguir ningún camino preestablecido.

En el tráiler ofrecido se han podido ver a seres humanos aparentemente sacados de la prehistoria, aunque todo apunta a que Wild no se ambientará en dicho periodo histórico si no más bien en una realidad paralela en la que también tienen cabida seres como brujas, esqueletos y gnomos, ofreciendo así un toque de fantasía. Aún no se sabe muy bien cómo interactuarán unos personajes con otros, aunque todo parece apuntar a que aquí no habrá buenos ni malos, si no tan sólo naturaleza en estado puro, un vasto mundo donde todas las especies coexisten sin más.

Apostamos a que Wild estará abierto tanto a una experiencia individual como, por encima de todo, al online, dando lugar a una experiencia cooperativa que será posiblemente su punto fuerte. Se ve que algunos personajes podrán llevar mascotas como animales salvajes, y desde luego no faltará la magia, por lo que habrá que estar muy pendientes de cómo encajan todas estas piezas en una jugabilidad que podría estar caracterizada por la aventura, la exploración y ciertos toques de RPG.

Corriendo en libertad.

Con todo esto podemos afirmar que no tenemos aún ni pajolera idea de todo lo que ofrecerá Wild. Nos queda todavía mucho por saber, demasiadas incógnitas en el aire. Sin embargo le hemos dado preferencia respecto a otros juegos por un motivo muy simple: lo poquito que hemos podido ver, esa prácticamente nada que sabemos de sus mecánicas, nos ha encantado.

Hay juegos que de primeras parecen confusos, parecen perderse entre demasiadas cosas. Puede que a Wild le acabe pasando eso mismo, sin embargo nos bastó su presentación y las palabras de Michel Ancel en la feria para saber que toda pieza encajará en su sitio. Wild destila libertad para el jugador por los cuatro costados, pero también desprende una cohesión casi natural y mucha frescura.

Estamos ante un juego que busca ir más allá de las reglas establecidas. Y eso es algo que merece toda nuestra atención.