El último informe publicado por ABC Australia ha dejado frío a más de uno, y no es para menos. Utilizando los datos ofrecidos por la fiscalía del país, el medio ha sacado a la luz que más de 200 juegos han sido prohibidos durante los últimos 4 meses. Concretamente han sido 220 títulos los que no han sido publicados, después de que se les negara la clasificación por edades.
Se trata de un dato sorprendente, más aún si tenemos en cuenta que Australia nunca se ha caracterizado por bloquear masivamente los juegos que se comercian en sus fronteras. Durante los últimos veinte años tan sólo han prohibido en torno a 50 juegos, cuatro veces menos que los que han bloqueado durante los meses ya mencionados.
¿Pero a qué se debe este cambio? Según el informe de ABC Australia, a la reciente incorporación del país a la International Age Rating Coalition, programa piloto todavía en fase de pruebas, cuyas funciones son orientar al gobierno en la clasificación por edades de los juegos del mercado digital.
Como parte del International Age Rating Coalition, todos los desarrolladores deben rellenar un formulario donde especifiquen los contenidos de los que juegos, haciendo especial hincapié en las características más explícitas. Si la organización no considera apropiado el título evita que sea publicado, produciéndose una censura inmediata.
El programa ya ha clasificado 150.000 videojuegos, de los cuáles se han sacado las 220 prohibiciones. El gobierno australiano no han detallado los motivos de esta censura, y los únicos datos que se conocen es que la mayoría de los títulos están dirigidos a teléfonos móviles.
¿Cómo afectarán estas estrictas medidas a la industria del videojuego en Australia? ¿Supondrá un cambio positivo, o por el contrario empujarán a los jugadores a la piratería y a infringir las leyes vigentes? Habrá que esperar para saberlo, aunque por desgracia la cosa no pinta muy bien.