En el mundillo de los videojuegos, como en todas partes, siempre existen batallas legales por ver quién es el padre legítimo de una criatura, quién ha robado a quién determinada idea o qué producto vulnera una patente de la competencia. ¿O es que acaso os creíais aquí que todo era diversión pegando tiros virtuales y marcando hat-tricks con el Rayo Vallecano en la final de la Champions? Pues no, aquí también hay ejecutivos que velan por sus licencias, con sus legiones de abogados con sus maletines, sus trajes y sus artimañas.
El problema viene cuando determinada licencia, como en el caso de Duke Nukem, ha bailado de mano en mano como si fuera una novia el día de su boda. ¿A quién pertenece ahora el héroe de acción por excelencia? ¿A sus creadores originales, 3D Realms, o a Gearbox Software, responsables del fatídico Duke Nukem Forever?
Esta cuestión llevaba ya un tiempo protagonizando la actualidad del videojuego. Ambas compañías se enfrentaron en una batalla legal después de que 3D Realms vendiera los derechos de la marca a Interceptor para desarrollar Duke Nukem Mass Destruction, algo que desde Gearbox consideraron una ilegalidad al afirmar que los actuales poseedores de la marca son ellos. Por fin, para poner punto y final al culebrón, podemos decir que una de ellas se ha salido con la suya: el bueno de Duke pertenece a GearBox.
Así lo han reconocido las tres compañías implicadas en un comunicado oficial en el que aseguran haber resuelto sus diferencias. Desde 3D Realms afirman de hecho que “nunca quisimos causar daño alguno a Gearbox o a Duke. Para asegurar el futuro de Duke, 3D Realms ha acordado con Gearbox que un solo hogar es lo mejor para la IP, y como fans de Duke estamos muy contentos de ver qué prepara Gearbox para el ‘Rey’”.