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Minecraft es un videojuego demasiado violento para Turquía

A veces hay ciertas noticias que te pillan por sorpresa. Por ejemplo, por muy absurdo que pueda sonar, no nos extraña que ciertos países como Australia con merecida fama de ‘censuradores de videojuegos’ traten de recortar o directamente prohibir ciertos títulos como Left 4 Dead, por aquello de que desmembrar zombis puede no ser el contenido más apropiado para su juventud, pero que te venga el gobierno turco a decir que van a investigar ‘la violencia’ de Minecraft… es algo que sencillamente no hay por dónde cogerlo.

Sí, hablamos del exitoso título de Mojang, ahora propiedad de Microsoft, el que probablemente sea uno de los videojuegos menos realistas del mundo gracias a su peculiar apartado gráfico construido a base de píxeles tamaño triple Whopper. Por no hablar de que su mecánica central tiene poco o nada que ver con la violencia al tratar de fomentar la creatividad de los jugadores permitiéndoles construir cualquier cosa que se propongan.

Pero lo dicho, Aysenur Islam, ministro de políticas sociales y familiares de Turquía, ha anunciado que su gobierno investigará la violencia de Minecraft porque según ellos el hecho de que nos den puntos por matar a otros personajes (sin lugar a dudas toda una ‘revolución’ nunca vista dentro de un videojuego) fomenta no sólo la violencia, si no la violencia contra la mujer. Eso al menos es lo que sugirió un reportero a la salida del parlamento, y se ve que Aysenur se lo ha tomado muy en serio.

Para empezar el gobierno turco ya ha prohibido cierto contenido relacionado con Minecraft en las redes sociales y canales como YouTube, asegurando que tras su investigación podrían prohibir completamente la venta del juego si lo consideran oportuno.

En líneas generales Minecraft es considerado uno de los títulos menos violentos de la actualidad, contando con una calificación que permite su venta a niños mayores de siete años en la mayor parte de Europa y de diez años en el caso de Estados Unidos. El motivo es simple, su grado de violencia puede compararse perfectamente con obras de ficción y fantasía como El Señor de los Anillos, dado que la mayoría de las veces sólo atacamos a monstruos y otras criaturas y no a otros jugadores humanos.

De hecho el Doctor Andrew Przybylski, psicólogo e investigador experimental de la Universidad de Oxford, certifica que “no es en absoluto un videojuego violento”, asegurando que tratar de abrir una investigación de tales características contra él podría ser similar a acusar a juegos como LEGO de lo mismo.

Visto lo visto, ¿qué será lo próximo? ¿Insinuar que Animal Crossing: New Leaf fomenta la corrupción de futuros alcaldes? ¿Promover la prohibición de Mario Kart por atentar contra las normas de tráfico?