No todo en la vida es sexo: hablamos de las relaciones sentimentales en Dragon Age: Inquisition
No cabe duda de que durante los últimos años estamos viendo como un buen número de desarrolladores dedican gran parte de sus esfuerzos a crear relaciones más humanas y profundas entre los diferentes personajes de sus juegos. Detrás de todo este esfuerzo hay diferentes estudios psicológicos, muchos asesores y horas y horas meditando cada tipo de acción y reacción para que cada vez nos sintamos más inmersos en los videojuegos, para que lleguemos a pensar que determinado personaje es mucho más que un puñado de píxeles y unas cuentas líneas de texto.
Sin embargo, frente a toda esta labor de proporciones bíblicas, encontramos a un buen puñado de jugadores que como en la vida misma ‘van a lo que van’. Es decir, que se ponen a los mandos de un personaje de cualquier RPG y lo primero que tratan de hacer es llevarse al catre a la despampanante elfa que les acompaña en su viaje o al fornido macizorro que tengan a su vera.
Quizás es por ello que desde BioWare, responsables del prometedor Dragon Age: Inquisition, han querido dejar bien clarito que las relaciones sentimentales entre los diferentes personajes de este juego irán mucho más allá del sexo. Vamos, que explorar el catre no será ni muchísimo menos el objetivo final ni la recompensa por dedicarle unas cuantas horas a charlar con determinado personaje, y para que nos hagamos una idea de lo rica que puede ser una relación sin sexo Mike Laidlaw nos ha puesto como ejemplo una escena de The Darkness:
“El momento más romántico que viví en un videojuego fue cuando Jackie va al apartamento de su novia en The Darkness. Ella hornea un pastel. Se sienta a tu lado y te da la oportunidad de ver al completo la película ‘Matar a un Ruiseñor’ mientras cae rendida sobre tu hombro y se duerme. Eso es increíble”.
“Esa escena en concreto es lo más cercano que he visto en el mundo de los videojuegos a los diez primeros minutos de le película Up. Ambas escenas comparten el mismo propósito de hacer pensar a la audiencia. Tratamos de crear lazos afectivos que sean genuinos, que te hagan decir ‘¡Eh tú! ¡Que ahora llega el beso!’ Y sobre todo, dejar que los jugadores disfruten con ello, que sientan que esa relación es real”.lazos afectivos
Por supuesto con todo esto nadie dice que vayan a desaparecer las míticas escenas subiditas de tono de la serie, aunque sí que tendremos que despedirnos de la opción de regalar ítems y objetos para ‘comprar afecto’, algo que no terminaba de sonar del todo bien. ¿Verdad?