- Escucha la entrevista con Salma Hayek en el minuto 08:00 del quinto episodio de nuestro podcast de cine y series
A punto de cumplir 50 años, Salma Hayek se enfrenta a las entrevistas con la tranquilidad de quien ha alcanzado la tranquilidad. Con pausa, siempre con una sonrisa, reflexionando cuidadosamente ante cada respuesta. La actriz mexicana es una asidua del Festival de Cannes y allí, junto a una piscina y bajo una sombrilla, nos atiende por la presentación de su último proyecto como productora: 'El profeta', una película de animación basada en el libro de poemas de Khalil Gibran. “Mi abuelo, de quien yo estaba muy cerca -porque era su consentida-, murió cuando tenía 6 años”, cuenta despacio la intérprete mexicana. “Él tenía al lado de su cama este libro. Y yo tenía muy presente su portada. Después, cuando tenía como 18 años, encontré el libro en algún lugar. Decidí leerlo. Y sentía que era mi abuelo enseñándome cosas de la vida, descubrí un poco más de quién era él”.
“Yo había puesto voz en películas de animación muy grandes, pero nunca había hecho algo así”, continúa. “¡No podía hacer o no hacer lo que hace Jeffrey Katzenberg (el fundador de Dreamworks)! La gente me decía que estaba loca por adaptar un libro de filosofía a un proyecto de animación. Es una sola película con nueve directores, todos con diferente estilo y en países diferentes”. De hecho es un proyecto tan arriesgado que aún no se ha estrenado en todos los grandes mercados cinematográficos. Por ejemplo, en España. Hayek defiende el visionado del cine en el cine, aunque entiende que haya quien prefiera el cine en casa. “Siempre habrá un espectador que convierta el momento del cine en un ritual, el olor de las palomitas, el momento en que se apagan las luces... Es mágico. Pero claro, también me gusta ver las películas desde la comodidad de mi casa, depende de la película”.
“No me preocupa qué voy a comer”
“No me preocupa qué voy a comer”Hay actores que reconocen abiertamente que hacen unas películas para pagarse la hipoteca... y otras para reconciliarse con el arte de la profesión. Con títulos a sus espaldas tan dispares como Frida, El gato con botas, Desperado o Traffic... ¿es el caso de Salma Hayek? “Sí, al principio de mi carrera sí. Pero ahora hago las películas en base a mi familia, porque primero está mi familia y luego está mi carrera. Si me dan facilidades y es un buen papel, lo hago. Ha habido algunos proyectos que no he hecho porque primero está la familia, pero ya no me tengo que preocupar tanto de qué voy a comer”. Su hija Valentina es crucial en la conversación. “Está aquí conmigo, ¿no las has visto?”, pregunta.
¿Cómo se lleva con la fama? “No pienso mucho en ello. Tengo la fortuna de que vivo en París, y allí los franceses no son tan efusivos”, reconoce con cierta sorna. “A veces te ven, te sonríen... pero no se acercan tan fácilmente. Eso me ayuda a que se me olvide un poco. Hay momentos en los que te da mucho gusto que alguien se acerque y te reconozca el trabajo y otros en los que se siente como una imprudencia. Depende de la cantidad de paciencia que tengas ese día. También tenemos derecho a ser seres humanos... y a veces no estás de humor”.
Pero hay una circunstancia específica en que esa paciencia se agota con un poco más de facilidad: “Hago lo que quiero hacer. Yo voy con mi hija a Disneylandia y la llevo a donde tenga que ir. Aunque a veces sí me gustaría que la gente no se acercara cuando voy con ella. Ella tiene que tener momentos en los que sienta que su madre es solo su madre. Más que por mí, lo que me preocupa es ella. Me gustaría no ser famosa cuando estoy con ella. Pero no porque me moleste la gente, yo adoro a la humanidad, por eso he hecho cosas relacionadas con causas sociales”.
Hollywood relativo
Hollywood relativo¿Qué tipo de director prefiere Salma Hayek, que pone por las nubes al italiano Matteo Garrone durante la conversación? “Si me toca uno malo, que se quede en el combo detrás de la cámara y no se acerque, y se calle”, afirma la actriz entre risas. “Un director tiene que saber ver cada instante, es un talento con el que se nace. La habilidad de ver desde un punto de vista específico. Yo lo tengo para algunas cosas”. ¿Y cómo ve Hollywood? ¿Ha sido un monstruo para ella o ha supuesto su gran oportunidad? “Yo no divido entre Hollywood y no Hollywood. Todo en la vida es una oportunidad y todo en la vida es un monstruo. Depende de las decisiones que tomes y cómo decidas vivirla. El monstruo está dentro de nosotros”.