Raúl Arévalo presenta en Venecia, y entre aplausos, su debut como director
Minutos después de las cuatro y media de la tarde, después de un torrente de aplausos en la Sala Dársena, el director y los actores de Tarde para la ira llegaban a su entrevista con Kinótico. El debut de Raúl Arévalo tras las cámaras, que compite en la Mostra de Venecia -en la sección Orizzonti- cuenta con Antonio de la Torre y Luis Callejo como coprotagonistas, y cuenta una historia muy pegada a los barrios del sur de Madrid, de venganza, de rencores y de perdones. “La gente estaba muy callada durante la proyección”, nos contaba Arévalo, “pero después ha habido una ovación muy bonita. Estamos eufóricos por el aplauso que hemos recibido”. “A mí me recuerda mucho a cuando estuvimos aquí con Balada triste de trompeta, tengo suerte cuando vengo aquí”, apuntaba Antonio de la Torre. “Yo estoy que no quepo en mí de gozo, estoy muy emocionado”, añadía Callejo.
Ambos intérpretes se pusieron al servicio de Arévalo para contar, como decíamos una historia netamente española. “Hay pequeños matices locales que quizá se capten mejor en España, pero... aunque sea un tópico... cuando uno habla de lo que sabe, eso se vuelve universal. Y creo que es lo que se valora en estos festivales internacionales. Es el cine de Saura, de Querejeta, de Almodóvar. Son historias universales que la gente acepta con gran acogida”, explicaba el director. “Se ha notado que hay algo muy genuino en la película. Yo he estado ya en muchos estrenos y se nota cuando la gente está entusiasmada”, continuaba un exultante De la Torre, para después alabar a Arévalo. “Los dos entendemos el oficio de la misma manera, y ha vivido muchas de las dificultades que yo he vivido como actor. Eso genera mucha confianza. Igual esto es un poco inmodesto, pero si los actores están muy bien... la película coge mucha fuerza”.
La película llegará a las salas españolas el próximo viernes 9 de septiembre, pero el nuevo director sabe que no puede modificar demasiado los resultados de la taquilla. “Sabemos que la película... a la gente le encanta. Si luego va más o menos gente, hay que aceptar la realidad del cine. La taquilla está mal para todos, incluso para los taquillazos americanos... que ya no son tan imbatibles. Estamos haciendo toda la promoción que podemos, pero si no van al cine... ya no depende de nosotros”, aseguraba Arévalo.
La sección oficial mantiene el perfil bajo con Ford y Murray
Mientras, en la sección oficial a concurso, la prensa ha visto dos nuevas películas. La adelantada de ayer fue El cristo ciego, del director Christopher Murray. Es una película chilena sobre un joven que se cree Jesucristo y que inicia un peregrinaje por el desierto para sanar a un amigo: sanarlo mediante un milagro. El realizador trabajó con un solo actor profesional, Michael Silva, y el resto del elenco son habitantes de la Pampa del Tamarugal, una región remota de Chile. La acogida de la cinta ha sido tan tibia como la de Nocturnal Animals [Animales Nocturnos], la primera incursión en el cine de Tom Ford tras Un hombre soltero. Jake Gyllenhaal y Amy Adams protagonizan una película dentro de otra película, o un libro dentro de un libro, sobre las decisiones erróneas en la vida y el arrepentimiento.