Está siendo un año muy duro para las explotaciones agrícolas. La sequía y la falta de agua en los embalses han levantado todas las alarmas entre los agricultores riojanos, que miran al cielo esperando poder paliar el problema. En La Rioja, según datos de Agroseguro, 12.084 hectáreas han resultado afectadas por la sequía, las heladas o los pedriscos, en un total de 528 siniestros, lo que supone unas indemnizaciones de 1,7 millones de euros.
A nivel nacional, Agroseguro ya ha abonado indemnizaciones por 198 millones de euros. Las indemnizaciones totales ascenderán a 208 millones de euros, la mayor cifra anual pagada en esta línea de seguro en toda su historia. La superficie total siniestrada de cereales de invierno y leguminosas ha superado a la de 2012, el peor ejercicio en la historia del seguro agrario. Las comunidades más afectadas han sido Castilla y Léon, Castilla-La Mancha y Aragón, aunque también se han registrado daños importantes en Navarra, Andalucía, Cataluña, Extremadura y La Rioja.
Además de los seguros, las expolaciones agrarias riojanas también cuentan con ayudas para bonificar los intereses de los préstamos que suscriban por las pérdidas y daños sufridos. Los titulares de estas explotaciones tienen hasta el 31 de diciembre para formalizar el préstamo con las entidades acogidas al convenio con el Gobierno de La Rioja.
DECLARACIÓN DE SEQUÍA
En estos momentos, las cuencas del Júcar, Segura y Duero tienen declarada oficialmente una situación de sequía prolongada. Las reservas del Ebro están al 44%, si bien hay zonas en las que la situación es más grave que en otras. En La Rioja, la situación más complicada está en las cuencas del Najerilla y Tirón, donde las reservas del embalse de Mansilla se encuentran en emergencia desde noviembre de 2016 hasta la fecha y han llegado a bajar hasta el 15%.
Algo mejor se encuentran las reservas en los embalses de la cuenca del Iregua (González Lacasa y Pajares), que entraron en emergencia en mayo y junio de 2017 y pasaron en julio y agosto a alerta y prealerta sucesivamente, gracias a algunas precipitaciones registradas y a las medidas de gestión aplicadas.
Precisamente, esta afección irregular es la que dificulta la declaración de situación de sequía en el conjunto de la Cuenca del Ebro porque “no se cumplen los parámetros que estable la Ley”. El consejero de Agricultura, Íñigo Nagore ha mantenido conversaciones con el Ministerio sobre la problemática concreta del Najerilla. Y es que las previsiones no son esperanzadoras. Según la AEMET, las lluvias de otoño no suplirán, como recoge El País, la escasez acumulada.