Las fuertes lluvias que asolaron la noche del 31 de agosto Ouagadougou, la capital de Burkina Faso, dejaron a miles de personas sin un techo bajo el que dormir. “Estas son las peores inundaciones que ha visto Burkina en 90 años. En los barrios más pobres alrededor de la capital unas 150.000 personas han tenido que abandonar sus casas a causa de la subida de las aguas. Estas personas ya vivían en condiciones muy difíciles, en chabolas con apenas condiciones y ahora se ven sin casa y durmiendo en el suelo de las escuelas sobre bolsas de plástico sirviendo de colchón,” afirma Marta Valdés, portavoz de Intermón Oxfam desplazada a Burkina Faso.
Según las cifras ofrecidas por esta ONG, en Ouagadougou unas 110.000 personas se han tenido que refugiar en escuelas y otros edificios públicos, y otras 40.000 están alojadas en casas de familiares o vecinos. Sin embargo, en la zona centro-norte también hay algunas ciudades anegadas, sin que se conozca el número de desalojados.
El gobierno de Burkina Faso ha hecho un llamamiento solicitando la ayuda de la comunidad internacional. Por su parte, Intermón Oxfam ha abierto una campaña de recaudación de fondos y ha anunciado el envío de personal humanitario y material de emergencia al país en las próximas 48 horas.
Esta misión de la ONG contará con una capacidad inicial para atender entre 10,000 y 15,000 personas en abastecimiento de agua, saneamiento e higiene. Además Intermón está trabajando en coordinación con las autoridades en la evaluación de los daños y preparación de la respuesta.