Lubna Husein, una antigua periodista sudanesa que trabaja para Naciones Unidas, se enfrenta a una condena de 40 latigazos por el simple hecho de haber llevado unos pantalones en público, una prenda que una mujer no puede vestir según las leyes sobre decencia del país.
La periodista compareció ayer ante un tribunal acompañada por sus seguidores, en lo que su abogado describió como un desafío a las leyes sobre la decencia que rigen en el país.
Se han producido escenas caóticas mientras Lubna Husein asistía a la vista con los mismos pantalones verdes que condujeron a su arresto por vestir de forma poco modesta.
Los casos de indecencia son comunes en Sudán, pero Husein ha atraído la atención mediante la publicidad que ha dado a su caso, invitando a los periodistas a las vistas del caso y utilizándolo para hacer una campaña contra los códigos para vestir que se imponen de manera esporádica en la capital.
El tribunal decidió aplazar el caso después de la vista mientras los abogados discutían si su estatus como empleada de la ONU le daba inmunidad legal. Después de la vista, el abogado defensor, Nabil Adib Abdalá, indicó que Husein había acordado dimitir de su puesto en la ONU para que pueda celebrarse la próxima sesión el 4 de agosto y continuar con el caso.
“En primer lugar, quiere demostrar que es totalmente inocente, y utilizando su inmunidad no lo demostrará”, afirmó Abdalá. “En segundo lugar, quiere luchar contra la ley, la legislación es demasiado amplia, necesita ser reformada”, añadió. “Los grupos de derechos humanos vigilarán el caso muy de cerca”, aseguró.
Abdalá detalló que Husein está preparada para afrontar la máxima pena por el delito criminal de llevar ropa indecente en público, que conlleva 40 latigazos y una multa sin precisar. Antes de la vista, Husein declaró a Reuters que fue arrestada a principios de julio, cuando la policía irrumpió en una fiesta a la que asistía en un restaurante en el distrito de Riyadh, en la capital.
“Miles de mujeres son castigadas a la pena de latigazos en Sudán, pero permanecen en silencio”, aseguró. “La ley se está utilizando para acosar a las mujeres, y quiero exponer esto”, añadió.
Los periodistas se enfrentaron con la policía en los alrededores del tribunal y algunos, que fueron detenidos brevemente, vieron sus equipos y cintas confiscados. Decenas de mujeres, algunas con pantalones, asistieron a la vista. Algunas de ellas portaban pancartas con el lema 'Dar latigazos a las personas está en contra de los derechos humanos'.
Al juicio también asistieron representantes de las embajadas de Francia, Canadá, Suecia y España, junto con políticos y miembros del Sindicato de Mujeres de Sudán.
Un miembro del Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), Yassir Arman, que pertenece al partido dominante en Sur de Sudán, indicó que había tratado el caso con el enviado estadounidense, Scott Gration, durante su reciente visita. “El SPLM pide que la ley sea revocada”, afirmó a Reuters. “Humilla a las mujeres, tanto musulmanas como cristianas”, añadió.
Los latigazos son un castigo por el que se pena una serie de delitos en Sudán, incluido elaborar alcohol.
El castigo suele administrarse minutos después de la celebración de un juicio, para los hombres en público y para las mujeres en privado.