Seguir unos simples pasos antes de abandonar la oficia fija lo que tienes que hacer al día siguiente y reduce la ansiedad y la incertidumbre, pero, además, también es satisfactoria la sensación que se percibe al apagar el ordenador con los asuntos del día pendientes ya cerrados.
Los emprendedores suelen empezar la mañana en plena vorágine, afrontando los numerosos frentes que tienen abiertos, mas imprevistos. Algunos son inevitables, pero otros pueden aliviarse con la planificación al concluir cada jornada, la cual te ayudará a afrontar la nueva con determinación y eficacia.
Los emprendedores consultados por Emprendedores.es, nos enseñan algunos de los hábitos que practican 10 minutos antes de irse de su puesto de trabajo. No todas las actividades requieren los mismos, ni existen fórmula universales. Pero pueden serte útiles:
1.- Planificar las tareas del día siguiente...
Algunos lo hacen a primera hora de la mañana, pero lo recomendable es hacerlo al finalizar la jornada para encarar la nueva con la psique relajada y sabiendo ya lo que tienes que hacer y el orden de las tareas. En esta priorización cada uno deberá evaluar cuáles son sus horas del día de mayor productividad. Pero, por regla general, acostumbran a realizar las tareas que exigen mayor esfuerzo y resolución durante las primeras horas para ir rebajando el ritmo progresivamente.
2.- .. y categorizarlas por grado de importancia
Cuenta Luis Arimany, CEO de Evolufarma que él, cada noche, acostumbra a clasificar las tareas del día siguiente entre importantes, urgentes, menos prioritarias o mecánicas. En función de este criterio, hace un listado en donde enumera el orden de las tareas del día. “No siempre hago un seguimiento estricto del orden, a veces alterno las más complejas con las más sencillas, para relajarme, pero lo que sí hago es silenciar todos los dispositivos cuando estoy con algo que requiere concentración”.
3.- “Nada más que quitar”
Aprovechamos aquí una frase de El Principito cuando dice: “La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando ya no queda nada más que quitar”. Es decir, que a casa hay que irse con los deberes del día hechos y eso es algo de lo que suelen asegurarse los emprendedores antes de atravesar la puerta. Para ello, echan mano de nuevo al CRM y repasan el cumplimiento de los retos del día. Así dice hacerlo Tomás Santoro, CEO de SumaCRM , quien consulta su propio software de gestión para “revisar las acciones llevadas a efecto, tanto las mías como las asignadas al resto del equipo”.
4.- Piensa en el resto del equipo
Algo que un emprendedor nunca debe olvidar, máxime si de él depende la fluidez laboral. “Yo me aseguro de no dejar nada en el aire que dependa de mí y pueda entorpecer el trabajo de terceros que participan en un proyecto”, dice Arimany. No es infrecuente paralizar todos los procesos por causas tan absurdas como, por ejemplo, la falta de una firma.
5.- ¿Una reunión rápida?
Esta es la práctica que sigue a diario Santoro. “Creo que la comunicación interna es fundamental así que, antes de irnos a casa, organizamos una reunión rápida, no más de 5 minutillos, para comunicarnos entre nosotros y repasar las cosas que han ido bien en el día, las que han ido mal y cómo podrían corregirse estas últimas. Me aseguro, también, de si se van a cumplir o no los plazos con los clientes, no porque ello me parezca una cuestión de vida o muerte, sino para avisar y darles una explicación. Una de las peores cosas que puede hacer una empresa es crear incertidumbre en el cliente. No me parece bien avisarle 2 horas antes de que no vas a cumplir con el plazo, por eso repasamos cada día este punto”.