Villoslada retoma su tradicional promesa de la Caridad Grande, en honor a la Vírgen de Lomos de Orios. Ha sido este domingo un día especial, ya que han conmemorado los 500 (+2) años del inicio de esta traidición pastoril, al no poderla celebrar en los dos años anteriores debido a las condiciones sanitarias.
El alcalde de la localidad Julio Elías, ha enfatizado en las ganas que había de retomar la popular romería y el reparto del cordero y pan, indicando que se han dado entre “1.800 y 2.000 raciones, como se tenía previsto” en la ermita de Lomos de Orios. Además, como preludio, el sábado contaron con verbena, concurso de tortillas y dos torneos deportivos, de Tiro al plato y Pelota.
Elías ha agradecido tener el tiempo de su lado, así como al grupo de Danzadores de Villoslada y gaiteros de Albelda que han amenizado el reparto alrededor de la ermita, así como a la Escuela de Jotas de La Rioja, que han puesto voz a una misa cantada “preciosa”. “Ganas y empujón de todo el pueblo”, para que esta histórica promesa vuelva a cumplirse.
El milagro de la Vírgen de Orios
“Cuenta la tradición que en 1520 un grupo de trashumantes villosladenses que tornaban a sus pastos de verano tras pasar ocho meses en las dehesas extremeñas fueron sorprendidos por un grupo de bandoleros echados al monte en pleno levantamiento de las comunidades contra el emperador Carlos V. Ante la amenaza para ellos y sus ganados, los pastores se encomendaron a la Virgen de Lomos de Orios y realizaron la promesa de que, si les libraba de aquel entuerto, ellos ofrecerían unas corderas como caridad para los más pobres”, han contextualizado en una nota la Junta de la Virgen de Lomos de Orios.
“El milagro se obró y una densa niebla confundió a los asaltantes y permitió que los ‘colodros’ (gentilicio oficioso con el que se conocía a los de Villoslada) y sus rebaños llegasen sanos y salvos a la sierra de Cebollera. Desde entonces, ininterrumpidamente, se ha cumplido dicha promesa, primero a través de los propios pastores de la localidad y más recientemente, cuando la trashumancia fue perdiendo vigencia, a través de donaciones de distintos villosladenses y descendientes, incluso desde lugares lejanos”