Llevar Internet a zonas remotas y romper la brecha digital son algunos de los objetivos importantes que se fijan las empresas tecnológicas del mundo en su carrera por ser los primeros en ofrecer soluciones reales al problema de la conectividad. Para todo ello, y aunque cueste imaginarlo, el 5G, los globos aerostáticos y los satélites serán las piezas claves con las que se conseguirá que, en pocos años, el acceso a Internet sea universal.
Así lo ha explicado a Europa Press el director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR, Pablo Moreno, quien ha recordado que, desde siempre, los pueblos pequeños han sido los más damnificados en cuanto a los problemas de la baja calidad de la cobertura y de la conexión a Internet.
Para el experto de la UNIR, uno de los problemas “de base” a los que se enfrentan estos pueblos es, en primer lugar, el núcleo de población. “Al ser zonas pequeñas, con poco número de habitantes, a las compañías que proveen estos servicios no les resultaba rentable ofrecer ciertas coberturas”.
Por ello, ha reflexionado, había que buscar “nuevas formas de llevar la conectividad a estos pueblos y, sobre todo, que fueran más baratas y rentables”.
Entre esas posibilidades, el profesor de la UNIR explica tres. Por un lado, dentro de lo que conocemos como redes terrestres (que emiten desde la tierra), destaca la llegada del 5G que, poco a poco, se está implantando en el país. Con ello, ha afirmado, “ya no hablamos solo de las torres de telefonía móvil sino que con dispositivos más pequeños se pueden cubrir zonas más remotas, lo cual puede permitir nuevos modelos en los que los propios Ayuntamientos de estas zonas rurales puedan tener capacidad de dar cobertura a estas áreas”.
A estas redes se suman “dos grandes vías por las que se está apostando muy fuerte” como es el proyecto de Google ('Loon', en pruebas desde 2013) de proveer conectividad a través de globos aerostáticos que puedan ser rápidos y llegar a zonas concretas y otro proyecto como 'Space X' que despliega redes gigantescas de satélites en el espacio para dar acceso a Internet a áreas remotas.
Se podría definir como “constelaciones de miles de satélites que permitirán dar conectividades de órbitas bajas”, ha afirmado el profesor de la UNIR. Esta compañía, ha continuado, “trabaja enviando satélites al espacio para terceros pero está desarrollando este paso y, cada vez que sube un satélite para otra empresa, sube 80 suyos propios para tener esa constelación que permita la conectividad”.
Avances “a pasos agigantados”
Proyectos que están avanzando a pasos agigantados motivados, en gran parte, por la crisis del coronavirus. “Antes del confinamiento, estos proyectos iban más lentos pero ahora se ha visto la necesidad de ofrecer una buena conexión a Internet sobre todo en zonas rurales porque la demanda del teletrabajo se ha incrementado mucho”.
Para ello, ha indicado, “la tecnología está lista, está empezando a desplegar y se conseguirá en pocos años, es más, los proveedores de servicios que trabajan desde el aire apuntan entre 2020-2025. Fechas claves para que puedan desarrollar toda su capacidad de actividad”.
Y es que, como ha explicado el profesor de la UNIR, todo ello se mueve “a demanda” y ahora se está viendo “una gran demanda de alto nivel tecnológico. Hay muchos clientes que necesitan Internet en zonas rurales, hay interés, y en eso es en lo que se debe trabajar”.
Además, para Moreno, una buena conexión permitirá que la gente “pueda volver a las zonas rurales a trabajar” siempre que se den tres aspectos claves: “Crear y potenciar el teletrabajo, tener buenas infraestructuras para trabajar de forma remota y que sea rentable y equilibrado económicamente”.
Por todo ello, el experto de la UNIR considera “fundamental” entender la importancia de poder a acceder a Internet en cualquier lugar y, más ahora, con las nuevas formas de trabajo que, parece, llegan para quedarse.
“Si se consigue” serán muchas más las personas que decidan acudir a sus pueblos a trabajar “sin que vayan a ver mermadas sus condiciones laborales” algo que sería “muy bueno para evitar la despoblación de estas áreas”.
Por tanto, ha insistido, “es bueno ofrecer una conectividad fiable y segura de Internet en estas zonas rurales porque será fundamental para revitalizar estos pueblos”.
Todo ello, además, “ayudará a cerrar la brecha digital y a democratizar Internet en cualquier sitio” por lo que es “fundamental creer en estos proyectos de futuro que permitirán trabajar desde cualquier lugar” y, por tanto, adaptarnos mejor a nuestra nueva realidad.