Al menos 18 personas, entre las que se encuentran nueve soldados, murieron hoy y casi medio centenar resultaron heridas al estallar una bomba colocada en un autobús de uso civil, o cerca de éste, en la ciudad libanesa de Trípoli, en el norte del país, informaron los medios locales.
La explosión se produjo en la plaza de Al Tal, una zona que a esas horas del día suele estar repleta de militares.
Las televisiones libanesas mostraron imágenes de un autobús, contra el que presuntamente iba dirigido el ataque, seriamente dañado por la explosión y con varios cadáveres a su alrededor.
Según la radio 'Voz del Líbano', entre los muertos hay siete soldados. Tras el estallido de la bomba, un gran número de ambulancias se desplazaron al lugar, la calle Masara, donde todavía se hallan muchos heridos, por lo que no se descarta que la cifra final de víctimas mortales pueda ser más elevada.
Trípoli es víctima desde hace más de dos meses de duros enfrentamientos entre los habitantes de los barrios Bab Tebane, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, de mayoría alauí, una secta religiosa escindida del chiísmo y cercana al grupo opositor chií Hizbulá.
Este atentado se produce el mismo día en que el presidente del Líbano, Michel Sleiman, planea visitar la vecina Siria y reunirse con su homólogo, Bachar al Asad. Además, se produce menos de 24 horas después de que el Parlamento concediese su confianza al Gobierno libanés al aprobar su programa tras cinco días de debates y acusaciones cruzadas.
Cerca de Trípoli se encuentra el campo de refugiados palestinos Nahr el Bared, donde se produjeron el año pasado choques diarios entre tropas libanesas y miembros del grupo extremista Fatah al Islam, supuestamente vinculado a la red terrorista Al Qaeda.