La fitoterapia, el tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales, es una práctica bastante consolidada en nuestro país. Para analizar sus usos, efectos y riesgos, varios expertos se han reunido en una mesa redonda enmarcada dentro del 30º Congreso Nacional de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria).
En palabras de Luis Estañ Yago, Profesor Titular de Farmacología de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Valencia, el objetivo de esta mesa redonda es “recordar al médico de Atención Primaria que la fitoterapia no está exenta de riesgos, muchos de los cuales se producen porque los productos fitoterápicos pueden alterar los efectos de los fármacos que han sido prescritos anteriormente al paciente. Las hierbas medicinales pueden producir efectos adversos en el mismo por las interacciones farmacológicas que pueden provocar la disminución o anulación del efecto terapéutico del fármaco prescrito, o el aumento de esos efectos con el consecuente riesgo de toxicidad”.
PRESENTE Y FUTURO
Hoy en día, el uso de la fitoterapia está en auge, lo cual ha provocado que surjan tanto defensores como detractores. Por un lado, el uso de plantas medicinales puede ser muy positivo por permitir el empleo de hierbas preparadas, que se utilizan desde hace mucho tiempo, lo cual avala por una parte su relativa inocuidad, permitiendo administrar principios activos que por la dificultad de su síntesis o de su extracción no se han comercializado como fármacos. Pero por otro lado, es necesario evitar que se siga pensando que su uso está exento de efectos nocivos sólo por tratarse de productos naturales.
Los fármacos se obtienen de plantas que posteriormente son elaboradas y purificadas para establecer la dosis más adecuada, pero esto no se puede asegurar con las hierbas medicinales preparadas de forma tradicional. El motivo es que una planta puede tener más de un principio activo y este mismo puede variar en su composición cuantitativa o cualitativamente, según la forma de prepararse antes de su administración.
“La utilización de la fitoterapia debe considerarse como una alternativa muy válida ante determinadas enfermedades y pacientes, pero debe advertirse de la necesidad de consultar al profesional sanitario antes de usarse, puesto que las plantas medicinales no son totalmente inocuas”, afirma este experto.
El médico de Atención Primaria debe desempeñar un papel fundamental al controlar las consecuencias que el empleo de plantas medicinales puede ocasionar en un paciente que, al mismo tiempo, está siendo tratado con otros medicamentos. Además, puede recomendar el uso de plantas medicinales cuando lo crea conveniente pues es él quién diagnostica y decide la prescripción más adecuada.