Ya se habían manifestado la asociación Hostelería Unida y la perteneciente a la FER Hostelería Riojana, y ahora lo ha hecho Arbacares. Este colectivo ha pedido la retirada de la Ordenanza de Terrazas en su integridad y la elaboración de un estudio de impacto económico previo, para lo que sugieren la contratación de una asistencia técnica externa.
Y es que este colectivo lamenta que esta ordenanza llegue tarde y considera que se proponen limitaciones que causan conflictos en zonas puntuales (Bretón de los Herreros, Portales, Plaza San Agustín, Gran Vía, etc), pero que “pretenden aplicarse a toda la ciudad y no exclusivamente a las zonas afectadas”, que además “coinciden con aquellas cuya ordenación se ha reservado en el Ayuntamiento y que, por tanto, se excluye de la aplicación de la ordenanza que ahora se pretende modificar”.
Arbacares estima que, con los requisitos de la ordenanza, desaparecerán más del 65% de las terrazas de Logroño.
Así mismo, consideran la propuesta de la FER de referenciar las superficies de las terrazas a las de local “un disparate de penosas consecuencias para muchos empresarios”. Defienden que esta medida carece de sentido para la mayoría de zonas de la ciudad, puesto que “existen muchos bares de reducidas dimensiones en barrios consolidados y zonas antiguas que no tienen posibilidad de ampliar sus locales, siendo su terraza en muchos casos seis veces la superficie de la zona de público”.
Por último, “el régimen transitorio que desvela la propuesta de ordenanza, así como las fechas que acostumbran elegir para su modificación, dan buena cuenta y medida del desprecio secular que el Consistorio siente por el sector empresarial de la hostelería de la ciudad”, defiende Arbacares, estableciendo una temporada más para las terrazas existentes y dos más, hasta 2020, para los cerramientos y estructuras que se han podido instalar hasta ese mismo año.