El empecinamiento de Ali Abdalá Saleh en aferrarse al poder está sumiendo Yemen en el caos. Este jueves, policías y soldados yemeníes han dispersado a tiros a los manifestantes en la ciudad de Taiz, donde ya se han registrado más de una decena de muertos.
Miles de milicianos leales a Sadiq al Ahmar, líder de la tribu Hashid, se dirigen hacia Saná, para respaldarle en los choques que está protagonizando contra las fuerzas de seguridad y donde sólo esta mañana se han registrado 15 muertos, entre ellos una niña de siete años.
En sólo dos días, se han contabilizado 62 víctimas mortales en la capital y el aeropuerto ha tenido que ser cerrado, ya dejó de prestar servicios el pasado 25 de mayo durante varias horas por los enfrentamientos que hubo entre la guardia republicana y miembros de una tribu hostil al presidentes Saleh.
Los combates más duros están produciéndose en el barrio de Al Hassaba, al norte de la capital y a sólo una decena de kilómetros del aeródromo. Los violentos enfrentamientos se están propagando por otras ciudades importantes del país como Taiz y Al Azraqein.
Todavía se desconocen si hay víctimas en estas ciudades a 15 kilómetros de la capital, en Saná ya se han registrado 40 muertes, pero en Taiz, los choques que están aconteciendo este jueves son muy violentos, los opositores al régimen van armados, dejando de lado las marchas pacíficas del comienzo de la rebelión.