El coronavirus está anulando reuniones, eventos, encuentros deportivos, deja a los niños sin cole y obliga a muchos adultos a trabajar en casa. Pero a algunos ciudadanos incluso les ha intentado fastidiar el día más feliz de su vida. ¿Qué haces si tenías planeada tu boda en plena crisis del COVID19? Es lo que les ha ocurrido a Eva y Javier, que no han dudado en aplazar su celebración, prevista para el 28 de marzo en Bodegas Bilbaínas.
Ambos son de Bilbao, aunque Eva vive en Madrid, donde trabaja como bioquímica un laboratorio para pacientes de médula. Escogieron casarse en estas bodegas de Haro porque allí fue su primer viaje como pareja oficial y se enamoraron del lugar. Plenamente conscientes de lo que esta crisis supone y teniendo en cuenta que ella es población de riesgo, este miércoles tomaban la difícil decisión de no celebrar su boda en la fecha prevista.
“Era una boda grande, de 250 invitados, y creemos que la solución más responsable es posponerla. Si hay que evitar reuniones de mucha gente, no nos parecía sensato hacer la boda, no queremos exponer a nuestros invitados a un posible contagio”.
Una vez tomada la decisión -“había que decidirlo cuanto antes para que nuestros invitados pudieran cancelar habitaciones y viajes”-, llegó el momento de buscar una nueva fecha. Con la ayuda de su wedding planner, Beatriz (Sweet Emotion), tuvieron que ponerse de acuerdo con el fotógrafo, la bodega, proveedores...“no nos han puesto ninguna pega, han sido muy comprensivos”. También los invitados entienden el cambio: “todo el mundo entiende que no es una decisión caprichosa”.
De este modo, el cambio apenas les ha supuesto coste económico, sólo “el disgusto y muchos quebraderos de cabeza”.
Será el 28 de noviembre cuando se celebre el enlace o más bien la celebración, porque ya habían previsto casarse por lo civil el día de antes, el 27 de marzo, en el Ayuntamiento de Bilbao, y esa cita se mantiene. También han cancelado el viaje de novios, una vuelta al mundo en la que iban a pasar por Londres, Sidney, Nueva Caledonia, Fiji y Los Ángeles.
Sólo novios y testigos
La de Eva y Javier no es la única boda que se está cancelando estos días. Y es que las medidas de precaución hacen muy poco recomendable celebrar un banquete y un baile con un gran un número de gente reunido. Sí podrían celebrarse las ceremonias, pero sólo con novios y testigos.
Así nos lo han asegurado en la Diócesis, donde estos días reciben numerosas llamadas preguntando si siguen en pie las convocatorias de bodas. La respuesta es clara: no hay por qué cancelarlas, pero no deberían asistir los invitados.
Lo mismo ocurre con las bodas civiles en el Ayuntamiento de Logroño. El Consistorio se ha puesto en contacto con los novios para suspender el enlace si lo desean. Si prefieren mantenerlo, la consigna es que esa ceremonia se realice “evitando reuniones grupales”, es decir, únicamente con los contrayentes y testigos.