Han transcurrido cuatro meses desde que un fuerte terremoto sumiese a Haití en el caos. El país caribeño, el más pobre de América Latina, sufría un seísmo de 7,1 grados que dejaba más de 300.000 víctimas mortales. La ayuda internacional se convirtió en una necesidad prioritaria para el país y los Estados de todo el mundo se comprometieron a responder a este llamamiento.
Brasil se ha convertido en el primer país en aportar dinero al fondo internacional
para la reconstrucción de Haití, según ha informado el Banco Mundial (BM) en un comunicado.
Durante una ceremonia celebrada en la sede del BM, en Washington, el secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, Antonio de Aguiar, firmó la concesión de los primeros 55 millones de dólares para el fondo, establecido por el Gobierno haitiano y numerosos donantes bilaterales y multilaterales para reunir, movilizar, coordinar y asignar los recursos financieros necesarios para la reconstrucción de la nación caribeña.
“Me alegra mucho que Brasil haya sido el primer país en contribuir al Fondo de Reconstrucción de Haití”,
indicó el presidente del BM, Robert B. Zoellick durante la ceremonia. “Muchas promesas han sido realizadas en apoyo a la reconstrucción de Haití. Convertirlas en realidad es urgente para el pueblo haitiano”, agregó.
“Brasil tiene una larga historia de amistad con Haití y ha proporcionado un apoyo muy importante en el mantenimiento de la paz y la seguridad durante los últimos años”,
dijo Zoellick en referencia a los más de 1.200 efectivos brasileños que ya estaban desplegados en la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) cuando se produjo el terremoto; el mayor contingente de los 9.000 soldados y policías con los que contaba la misión internacional.
Situación crítica
A pesar del tiempo transcurrido, Haití sigue necesitando ayuda urgentemente. Así lo ha señalado la presidenta de Cruz Roja en Haití, Michaele Amedeé Gédéon, quien insiste en que a día de hoy la situación que vive el país caribeño aún es “bastante crítica”.
Sin embargo, aseguró que el pueblo haitiano es “resistente” y está dispuesto a hacer frente a la situación. “Vive en la esperanza de la reconstrucción del país pese a los problemas emocionales y psicológicos de haber perdido a un ser querido o haber sufrido la amputación de alguna parte de su cuerpo”, dijo.
“Vuelven a sonreír y tienen esperanza en una vida mejor, en tener una prótesis, en volver a la escuela y en tener una casa, aunque sea pequeña”, resumió la presidenta de Cruz Roja en Haití, que explicó así la prioridad de la organización por la construcción de casas para la gente sin hogar. Insistió así que “la situación es difícil, pero existe la esperanza en un futuro mejor”.