Va de rachas este Rioja Vega. Segundo triunfo seguido después de dos derrotas (y previamente tres victorias) que permiten albergar esperanzas de cara a esta segunda vuelta de la primera fase para colarse entre los seis mejores. Para ello, la victoria ante Gijón por 81-72 debe servir para dar continuidad a lo exhibido en Santander hace una semana y para cerrar el año con la sensación de que todo es posible en una competición tan compleja como esta LEB Plata.
Lo que es evidente es que Jenaro Díaz ya parece haber dado con la tecla; el juego interior es una de las claves, con Portález (17 puntos y 11 rebotes) y Bieshaar (23 puntos) como referentes, mientras que por fuera Marín hace jugar al equipo, además de sumar puntos, a la vez que Jordá parece haber dado un paso adelante después de la lesión de tobillo de Manchón -este sábado jugó un cuarto de hora-. Ingredientes que sirvieron para domesticar a un Gijón que mantuvo el equilibrio hasta el ecuador del tercer cuarto, cuando un parcial de 9-0 propició una ventaja (50-42) que los logroñeses supieron mantener.
La primera parte fue un tira y afloja de dos equipos que querían imponer su juego, pero que en el que ninguno de los dos contendientes acababan por sobresalir. Hubo fases de equilibrio y si los 5 puntos de diferencia era la máxima para los riojanos (19-14), los asturianos también gozaron de una renta de 4 a favor (28-32). Se podía decir que ni Rioja Vega ni Gijón terminaban de explotar sus virtudes, de ahí que la igualdad fuera constante durante muchos minutos.
Pareció comenzar con mejor pie el cuadro visitante con un 2-5 al que rápidamente le dio la vuelta el Rioja Vega gracias a Jordá y Portález (6-5). El interior estaba inspirado y Bieshaar, con un triple, dejaba el 11-7 mediado el primer cuarto. Se recompuso de nuevo Gijón para igualar a 12, pero 5 puntos consecutivos de Jordá propiciaron la máxima 19-14. Sin embargo, un triple Ukawuba y dos tiros libres de Adón dejaban, otra vez, las tablas, ahora a 19. Al menos, Álvarez daba una ligera ventaja tras el primer acto, 21-19.
Se enredó el encuentro, ya que empezaba a costar anotar. Las defensas parecían más férreas, por lo que el marcador casi no se movió en los siguientes 5 minutos. Y eso que López, con un triple, permitía una mínima alegría, 28-27. Gijón encadenaba 5 puntos (triple de Ukawuba y canasta de Poundak) para tomar distancia, pero los de Jenaro Díaz retomaban la iniciativa con otros 5 puntos de Portález que permitían recuperar el mando en el luminoso, 33-32. Diferencia que aumentó Bieshaar para enfilar el túnel de vestuarios con 36-34.
En la segunda parte, principalmente, en el tercer cuarto el bloque logroñés dio un paso adelante en sus aspiraciones de triunfo pese al 36-39 en contra y el 41-42. A partir de ese momento, enganchó un parcial de 8-0 que le permitió enfilar el resto del choque por delante. Bieshaar, con 5 puntos, ayudado por canastas de Portález y Jordá -los tres hombres más afinados en el duelo de los locales- daban un 50-42 que fue en aumento con un triple de Álvarez, 59-48.
Se llegaba a los últimos diez minutos con un +9 (59-50) que había que conservar, pero sin miedos, no como sucedía en la primera parte de la temporada. Bieshaar (máximo anotador de la tarde) lideraba a los suyos y con 4 puntos mantenía a raya a los gijoneses con el 63-55. Aun así, Reynolds quería agitar el encuentro, 63-60. Pero dos tiros libres de Justice y un triple de Marín daban moral a los riojanos con el 72-62 con más de 6 minutos para la conclusión.
Reynolds, de nuevo, se reivindicaba, 72-66, con dos minutos y medio por delante. Había partido, pese a que Jordá, con un triple, ponía el 75-66. Poundak respondía para el 76-70 con 62 segundos para acabar. Portález, por si acaso, hacía el 78-70 y Bieshaar remataba la faena con el 81-72 para dar un triunfo que da esperanzas a los riojanos para continuar con opciones de poder estar peleando por el ascenso. Una pena no superar el basketaveraje con los asturianos, ya que se cedió en Gijon por 79-68.