Los consejos de administración de Caja Madrid, Bancaja, Caja Segovia, Caja Avila, Caja Rioja, La Caja Insular de Ahorros de Canarias y Caixa Laietana se reunirán a lo largo del día de hoy para aprobar el protocolo de su 'fusión fría', aunque el proyecto puede sufrir cambios, ya que tras la incorporación de Bancaja la participación de algunas entidades puede haber quedado diluida.
Los porcentajes iniciales de participación del SIP son del 58 por ciento para Caja Madrid y del 42 por ciento para Bancaja, porcentajes que irán a la baja en la medida en que el resto de cajas, que ya habían manifestado su intención de participar en el mismo, finalmente concreten su adhesión, según señalaron fuentes cercanas a la operación.
El total del peso de las cinco cajas restantes se estima en un 10 por ciento de la entidad resultante. Asimismo Banco de Valencia, participada en el 38,33 por ciento por Bancaja, mantiene su estatus jurídico y de negocio y no será la sociedad mediante la que se instrumentará el SIP.
Fuentes del sector indicaron a Europa Press que “las premisas han cambiado”, ya que el proyecto inicial que se presentó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no contemplaba la incorporación de Bancaja.
Por esta razón, las entidades podrían verse obligadas a renegociar las condiciones del protocolo, en el que se fijarán todas las características y aspectos de la integración y la participación de cada una de las entidades. Incluso, indican estas mismas fuentes, no puede descartarse que alguna entidad se descuelgue del proyecto.
No obstante, confiaron en que el SIP “saldrá adelante”, aunque es “un proceso vivo y no hay nada pactado definitivamente”. Asimismo, subrayaron que en este tipo de operaciones “no se pacta el menudeo, sino las voluntades de continuar”, por lo que confiaron en que, si alguna entidad presenta objeciones, se encontrará la vía de alcanzar un acuerdo. Este nuevo pacto podría perfilarse durante la creación del SIP y antes de que las asambleas de las cajas den el visto bueno a la integración.
Asimismo, reconocieron que Caja Madrid podría estar negociando con otras entidades, al margen de las seis que integrará el SIP, aunque no concretaron si en aras de ampliar la 'fusión fría' o establecer otro tipo de alianzas.
Si los consejos de las siete entidades aprueban el protocolo mañana, será enviado ese mismo día al Banco de España, un día antes de que expire el plazo para solicitar la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El SIP necesitará una inyección de 4.500 millones de euros, cifra similar al máximo que pueden pedir (el 2% de los activos ponderados por riesgo).
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.
La sede del nuevo grupo estará compartida, ya que la social se fijará en Valencia y la operativa en Madrid. Bancaja mantendrá su marca en la Comunidad Valenciana y Baleares, integrando así todas las oficinas de Caja Madrid en dichos territorios.
Caja Madrid, por su parte, mantendrá su presencia como tal en la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha, integrando así toda las oficinas de Bancaja en dichos territorios. En el resto de territorio se operarará bajo una o unas nuevas marcas, que aún se deben concretar.
El nuevo grupo será presidido por Rodrigo Rato, mientras que el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, será vicepresidente, con responsabilidades sobre las áreas de participadas y auditoría interna.
El proyecto se articulará en torno a una sociedad central, en cuyo capital social participarán todas las cajas y supondrá la creación de una entidad financiera con una red de unas 4.450 oficinas repartidas por toda España y con unos 26.000 trabajadores.
Fuentes sindicales explicaron a Europa Press que aún no se les ha informado sobre los detalles de la operación que afectarán a la plantilla, pero que confían en que se garantice el empleo y se llegue a un acuerdo laboral satisfactorio.