Ante los problemas de convivencia que genera la concentración del turismo y el ocio en el centro histórico de Logroño, la Asociaicón de la calle San Juan ha querido manifestar su voluntad de integrar los intereses de los vecinos, comerciantes tradicionales y hosteleros en el barrio y apuesta por buscar una solución pactada entre las partes ante la necesidad de conciliar el descanso de los vecinos con las actividades de hostelería y comercio.
La situación actual obliga a tomar medidas que mejoren la convivencia ante una deriva marcada por el auge del turismo y la concentración de usos de ocio en el centro histórico que, sin las debidas limitaciones, molesta a los vecinos y dificulta su descanso.
La creación de zonas de protección acústica que ha planteado el Ayuntamiento es para esta calle una herramienta válida que aporta información para dimensionar las molestias que se generan principalmente por el ocio y la concentración del mismo y sugieren crear una mesa de trabajo para definir las medidas que hay que aplicar en dichas zonas y en el modo de la aplicación de las mismas, para que estas conciten el mayor consenso posible.
Además quieren poner atención en la deriva social, urbanística y económica que viene experimentando el Casco Antiguo y llamar a los políticos, comerciantes, hosteleros y vecinos de toda la ciudad a una seria reflexión sobre el estado y deterioro en múltiples aspectos de esta zona tan importante.
La San Juan muestra también su descontento con la generalización a la hora de hablar sobre la hostelería. En su opinión hay diferentes tipos de negocios hosteleros y diferencias en las calles a la hora de plantear el tipo de ocio que se ofrece. En este sentido, desean que la Calle San Juan siga siendo “una calle de disfrute y respeto, una calle gastronómica y enológica orgullo de todos los Logroñeses, que se siente querida por la ciudad y quiere seguir esforzándose en merecerlo”.
Esta postura de la Calle San Juan quiere dar pie a un dialogo con el resto de interlocutores, para trabajar con el consistorio, con los demás compañeros hosteleros y con los vecinos para que las medidas que se tomen en las zonas de protección acústica, permitan mantener la singularidad de la San Juan y el bienestar de los vecinos del Casco Antiguo.