Los familiares de Carlos Javier reservaron ayer una sala en el tanatorio de la M-30, aunque aún no habían confirmado a qué hora se iba a producir el traslado desde el Instituto Anatómico Forense (en la imagen), donde se le estaba realizando la autopsia que determinará las causas exactas del fallecimiento.
El Foro Social de Madrid y el Movimiento contra la Intolerancia se manifestó ayer en la Puerta del Sol para protestar por la muerte del joven antifascista, asesinado presuntamente por un militar profesional que, al parecer, se dirigía a una concentración convocada por Democracia Nacional bajo el lema 'Contra el racismo antiespañol, contra la inmigración'.
En total, más de 1.500 personas protestaron por la muerte de Carlos Javier Palomino y exigieron la dimisión de la Delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre.
Los manifestantes, desde jóvenes antisistema hasta ancianos que pedían recuperar “la memoria histórica para acabar con el fascismo”, profirieron continuos gritos de 'Mestre, dimisión' y portaron pancartas en las que se podían leer lemas como 'Madrid será la tumba del fascismo' o 'Vosotros, fascistas, sois los terroristas'.
Entre las personas que secundaron la manifestación se encontraban el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, David Lucas, el concejal socialista Pedro Zerolo o la líder regional de la coalición, Inés Sabanés.
Durante el acto, convocado por el Foro Social y el Movimiento contra la Intolerancia, los participantes recordaron al joven --“Carlos, hermano nosotros no te olvidamos”-- y pidieron con cánticos la ilegalización de los partidos de corte xenófobo y racista, en especial, de Democracia Nacional, formación que convocó la manifestación a la acudía el asesino.
En declaraciones a Europa Press, López Garrido dijo que la muerte de Carlos Palomino “será un precedente a tener en cuenta a la hora de autorizar manifestaciones de determinados grupos”. No obstante, señaló que hablar de ilegalizar algunos partidos “es precipitado”, ya que se trata de un proceso largo en el que intervienen muchos factores.
El dirigente socialista apuntó que para ilegalizar un partido “debe demostrarse una premeditación y una autoría intelectual” en el asesinato de Carlos Palomino. “La investigación debe determinar si hay razones que llevan a pensar que determinados grupos pretendían atentar contra una persona”, agregó.
Por su parte, Llamazares dijo que la presencia de partidos xenófobos españoles “está creciendo alarmantemente en el ámbito internacional”. El líder de la coalición condenó el asesinato e instó a la Delegación del Gobierno de Madrid a no autorizar manifestaciones “con claros tintes racistas que ponen en peligro a los ciudadanos”.
El presidente del Foro Social de Madrid, Julio Rodríguez, leyó un manifiesto durante la concentración en el que alertó “de un crecimiento masivo y peligroso de ataques fascistas”, entre otros asuntos.