La central sindical señala que, en todo el país, la rescisión ha alcanzado a un total de 128 contratos, “con la finalidad de renovarlos posteriormente para imponer un salario base un 30 por ciento inferior al del resto de vendedores y vendedoras de la plantilla, porque así lo permite el XIV Convenio Colectivo de la empresa, suscrito con UGT”.
Explica que “el convenio habilita la creación de una doble escala salarial, de forma que el personal vendedor contratado a partir del 1 de octubre de 2009 cobrará únicamente el 70 por ciento del salario base fijado para el resto de trabajadores”. Así, apunta que, “en el último año, la ONCE ha reducido su plantilla de vendedores y vendedoras en 603 trabajadores y la del personal no vendedor en más de 300 personas”.
En opinión de CC.OO., “esta previsión del convenio es contraria al principio de igualdad previsto en la Constitución Española y es antisocial, ya que el especial estatus jurídico-económico de la ONCE, como corporación de derecho público, de base social y sin ánimo de lucro, le permite obtener importantes beneficios del erario público, a través de bonificaciones y subvenciones por contratación de personas con discapacidad”. A ello añade que “igualmente, la organización puede percibir una subvención por las pérdidas de explotación que pueda experimentar, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado”.
Por eso, desde Comisiones Obreras se considera que “con esta medida, pactada con UGT, la dirección de la ONCE practica una grave discriminación hacia personas con discapacidad, jóvenes y mujeres, que son los que demandan empleo en la entidad, produciendo una doble discriminación, por discapacidad y por edad o sexo”.
“Todo ello en una entidad que, como es el caso de la ONCE, pretende dar ejemplo a la sociedad española sobre justicia social, igualdad de oportunidades, no discriminación y, en definitiva, igualdad entre las personas desiguales”, finaliza la central sindical.