Líder desde la primera etapa, el piloto Repsol supo gestionar su ventaja por las dunas del duro desierto de los Emiratos Árabes. De esta forma, el catalán consiguió el triunfo en un escenario en el que ya subió a lo más alto del podio el año pasado, además de en 2006 y en 2007.
Coma necesitaba una victoria para recuperar la moral después de unos meses difíciles y contestó de la mejor forma posible: imponiéndose el primer día y no dejando el liderato hasta la meta. El español venció con más de 11 segundos de ventaja sobre el británico James West y medio minuto sobre el francés David Casteu, segundo y tercero, respectivamente.
“Estoy contento, porque ganar siempre va bien. El Desert Challenge siempre es una carrera especial, con muchas dunas y un desierto muy duro, así que volver a competir y volver a ganar es una gran alegría”, indicó Coma tras la última especial.
“Ha sido una carrera difícil, como esperábamos, con una fuerte tormenta de arena al principio y mucho calor todos los días, en el que los motores y el físico sufren mucho. La estrategia ha sido la correcta y todo ha salido bien”, comentó un feliz Coma.
“Quiero dedicar la carrera a todos los que me han apoyado, y sobre todo, a los que me han querido hundir, porque lo que han conseguido es motivarme todavía más, avivar mi ilusión por competir, y reafirmarnos en lo que somos, unos luchadores”, dijo.