Los ciudadanos de la República Checa acudirán este viernes y el sábado a las urnas para participar en unas elecciones parlamentarias marcadas por la crisis económica. Las encuestas son ligeramente favorables al centro-izquierda del Partido Socialdemócrata, pero los resultados se presentan muy ajustados y todo hace prever un largo y tortuoso proceso de negociaciones para la formación de Gobierno.
El déficit presupuestario ha dominado la campaña electoral. Los partidos de la derecha han advertido del riesgo de que el país sufra un colapso económico similar al griego y los partidos de la izquierda se han comprometido a reducir el gasto y a incrementar los impuestos a las rentas más altas y a las empresas para garantizar los costes del Estado de bienestar.
Los colegios electorales abrirán desde las dos de la tarde hasta las diez de la noche (misma hora en España) de este viernes y desde las ocho de la mañana y las dos del mediodía de mañana sábado. Los primeros resultados serán hechos públicos en la tarde del sábado.
La República Checa, con una población de 10,5 millones de habitantes, tiene una deuda pública equivalente al 35% del Producto Interior Bruto (PIB) y su déficit presupuestario de 2010 alcanza el 5,3% del PIB.
Previsiones
Las elecciones probablemente tengan como resultado un Parlamento muy dividido, en el que ningún partido obtendrá mayoría suficiente para gobernar. El Partido Socialdemócrata lidera las encuestas con muy poca distancia (entre 3,4 y 11,5 puntos) sobre su rival más directo, el Partido Democrático Cívico.
Esta escasa diferencia complicará muy seriamente las posibilidades de sacar adelante su programa de defensa del Estado de bienestar y seguramente le obligue incluso a pasar a la oposición. “Es necesario que el Estado actúe como un amigo de la población en estos tiempos de crisis”, declaró el líder de los Socialdemócratas, Jiri Paroubek, durante el último debate televisado, transmitido el jueves.
Los principales poderes económicos son más bien partidarios de la formación de una coalición gubernamental centroderechista liderada por el Partido Democrático Cívico, cuya principal misión sería poner en marcha las reformas más ajustadas a sus intereses, incluida la del sistema de pensiones.
“Vamos a hacer profundas reformas estructurales y equilibrar los presupuestos de aquí a 2017”, declaró el líder del Partido Democrático Cívico, Petr Necas, en el citado debate, en el que expresó su rechazo a la subida de los impuestos a las rentas más altas.
Mientras que los socialdemócratas seguramente necesiten del apoyo del Partido Comunista para gobernar, el Partido Democrático Cívico probablemente acuda al apoyo de la recién creada formación conservadora TOP09, liderada por el aristócrata Karel Schwarzenberg y partidaria de la aplicación de medidas extremas para equilibrar los presupuestos.
Un tercer partido recién creado, el centrista Partido de Asuntos Públicos, podría ejercer de bisagra entre las dos principales formaciones, pero ya ha advertido de que nunca participaría en un gobierno presidido por Paroubek.