Con las lluvias, llega a La Rioja la invasión de las hormigas con alas

Rioja2

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Puede que estos días te haya sorprendido ver numerosos grupos de hormigas con alas por la ciudad, incluso más que en años anteriores. Lo cierto es que es un fenómeno normal en esta época del año: al final del verano es el momento de aparearse.

Como ha detallado a Rioja2 el biólogo Luis Martínez-Zaporta, al final del verano las hormigas voladoras abandonan su hormiguero. En primer lugar lo hacen los machos, buscando feromonas, y luego son las futuras reinas las que salen en su búsqueda. Machos y hembras se juntan, se aparean y se cargan de semen para el resto de su vida.

Una vez que la hormiga reina ha sido fecundada, el macho muere y la hembra baja al suelo y excava para crear su futura colonia. Es ahí donde construye un nido y pone huevos, con el esperma que ha ido recogiendo en el apareamiento.

Martínez-Zaporta quita importancia al hecho de que este año estemos viendo más hormigas aladas más que en anteriores temporadas. “Cada año es diferente. Su salida depende de que haya mucho humedad y también de que haya habido temperaturas más suaves en el invierno, con lo que dejan de dormir y comienzan a reproducirse y a buscar alimento antes).

¿Puede culparse al cambio climático de su alto número? Martínez-Zaporta cree que puede estar relacionado, pero también advierte de que las especies se adaptarán. “Sobre todo, dependerá de que tengan comida”.