Los equipos españoles de la Copa ULEB firmaron de pleno su presencia en la ronda de dieciseisavos de final de la competición, siendo líderes de sus grupos a pesar de que en la última jornada el Akasvayu estropeó un nuevo pleno nacional. Pese a la excelente cosecha, los equipos ACB sufrieron de lo lindo, sobre todo el Pamesa.
Los valencianos lograron alzarse con el liderato del grupo D en la última jornada tras vencer al Khimki (63-60), por tres puntos de diferencia, los mínimos que necesitaba. De esta manera igualó el 'basket average' particular y el desempate se decidió por la diferencia general, en la que el equipo valenciano partía con ventaja.
A pesar de que ambos conjuntos tenían ya asegurado el factor cancha para el cruce de dieciseisavos, era vital la victoria para asegurarse el partido de vuelta en su pabellón. El nivel de juego durante los dos primeros periodos del Khimki fue muy elevado, sobre todo en el primer cuarto (10-22), algo que no lograron los de Fotis Katsikaris que se marcharon al descanso perdiendo (35-23) y sin ideas sobre la cancha. Completamente diferente plantearon la segunda mitad donde los spañoles apostaron por el contragolpe (25-6) con un sensacional Milajovic (20). Todo ello provocó que afrontaran los diez últimos minutos con la ventaja en el marcador y la sensación de haber remontado un partido que estuvo perdido durante los primeros periodos, pero en el que supieron reaccionar a tiempo.
El Kalise Gran Canaria certificó su liderato tras vencer al Asvel (89-83), que llegó a las islas en busca del liderato que le otorgara un mejor cruce en la siguiente ronda de la competición europea. Con un primer cuarto espectacular de los isleños (32-19), gracias en gran medida al apoyo de la afición y su confianza tras la victoria en la ACB la pasada jornada al AXA FC Barcelona, supieron administrar la renta obtenida. La tónica fue similar tras el descanso, en gran medida, a la buenas rotaciones que realizó el 'mister', Salva Maldonado, que a diferencia de su sistema habitual en esta competición, recurrió a sus jugadores más carismáticos y resolutivos como Norris (23) o Caner-Medley (20).
EL JOVENTUT LO TUVO FÁCIL.
El Joventut, por su parte, venció en su encuentro ante el Siauliai (51-89) lo que le permitió también acabar como líder del grupo A, a pesar de la victoria del Turk Telecom ante el Guilford Heat (92-73) que finalmente terminó segundo. A pesar del resultado, los primeros minutos del cuarto estuvieron dominados por los lituanos, aunque finalmente los españoles enmendaron los errores y se marcharon en el primer tiempo perdiendo por un punto (17-16). El intento de los locales por sorprender sólo se quedó en eso, ya que en el segundo tiempo, igual que en el partido de Badalona, los de Aíto García Reneses tomaron el mando del partido sin dar opción alguna al Siauliai. Los 'verdes' impusieron su calidad y juego, y con un parcial de 0-19 dejaron sentenciado un partido donde Mallet (22) y Jagla (20) con su nivel de acierto dieron la tranquilidad al equipo para afrontar de otra manera el último cuarto, que fue de puro trámite.
Mientras, el Akasvayu viajó a Ploiesti para jugar ante el modesto equipo rumano CSU Asesoft que le complicó la vida y terminó perdiendo por 10 puntos de diferencia (78-68), aunque pudo mantener el liderato del grupo C por diferencia de puntos a pesar de la victoria del Galatasaray sobre el Hemofarm Stada por 77-84. Los jugadores del Akasvayu no saltaron a la cancha con la agresividad que habitualmente les caracteriza lo que dio fuerzas a los rumanos que, pese a marcharse perdiendo en el primer cuarto (15-17), dieron un golpe de autoridad en el segundo (30-14) del que no se recuperaron los españoles en todo el partido.