David y Goliat

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45. Deportes Ferrer Santa María: Pedro San Frutos (10), Mario Gómez, Aitor Pardel (9), Jesús González (2), Óscar Pérez (2), Luis Laborda (1), Sergio Rodríguez (6), Eduardo Aguado (9), Diego Ruiz (4), Daniel Villanueva (2).

84. Caja Rioja: Chasis Holmes (15), Alfredo Ott (16), Ibon Carreto (2), Santana (13), Borja Arévalo (11), Chufi (6), Roberto Molina (4), Suárez (7), Juan Herrero, Sidao (2), Cristian García.

Parciales: 7-18 / 20-35 / 34-54 / 45-84

Era un partido casi de hermanamiento entre los dos principales equipos de baloncesto de Logroño: Deportes Ferrer Santa María y Caja Rioja. David contra Goliat. Uno de ellos en Leb Plata, con dos años a la espalda disputando el play off, y otro recién llegado a EBA. Con presupuestos muy diferentes. Se celebraba la presentación para los aficionados de ambos equipos. Y la diferencia se plasmó en la cancha, aunque hubo algunos momentos en los que era difícil saber cuál era cuál.

El Santa María salió con ganas de dar guerra. De demostrar que, aunque no cuentan con grandes fichajes internacionales, han conseguido con sus propios medios hacerse un hueco en la competición nacional. Al final, estas mismas ganas les jugaron una mala pasada, y provocaron precipitación e inestabilidad.

El Caja Rioja jugó más tranquilo, especialmente durante la primera parte, con una cuidada posición y jugadas individuales de gran calidad. El joven Borja Arévalo fue uno de los jugadores destacados del encuentro. Cada vez va tomando más protagonismo en el equipo. Su desparpajo le dota de velocidad y fructíferas dosis de improvisación que sabe convertir en renta. Ha hecho buenas migas con Santana, al que proporcionó valiosas asistencias. Holmes y Ott se confirman como grandes fichajes, con 15 y 18 puntos respectivamente.

El primer cuarto terminó con 7-18 en el luminoso, distancia que incrementaron al término del segundo (20-35). En el segundo cuarto el Santa María salió más enchufado, decidido a cambiar su suerte. Y así fue durante unos minutos. El acierto se puso de su parte. Hasta 20-23 llegó a señalar el marcador, pero una gran ofensiva, capitaneada por Holmes y Ott, volvió a poner las cosas en su sitio.

Después del descanso el Santa María salió, de nuevo, a por todas, pero sus ganas se chocaron con un Caja Rioja serio, tranquilo, bien colocado y observador, que le permitía disfrutar del juego. El tercer cuarto finalizó con 33-54 en el luminoso, aunque la mayor diferencia estuvo a cuatro minutos del final de este tiempo, 25-49.

El último fue muy dinámico y con muchos puntos por parte de ambos equipos. La diferencia ya estaba marcada y el resultado también. Al final, 45-84.