Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de Boadilla del Monte han desmantelado un grupo organizado de delincuentes, integrado por ciudadanos originarios de la Europa del Este, por su presunta implicación en 45 asaltos a viviendas de la Comunidad de Madrid, así como un robo perpetrado en Víver (Castellón).
No obstante, se presume que esta banda, formada por tres hombres y una mujer, pudieran ser los autores de al menos 300 robos en otras tantas viviendas unifamiliares situadas en distintos puntos del territorio español, según informó la Benemérita en rueda de prensa celebrada en la sede de la Comandancia de Madrid, ubicada en Tres Cantos.
A los delincuentes ya arrestados se les conoce como 'ladrones silenciosos', ya que utilizaban el método del murciglero. De ahí que la operación policial haya sido denominada 'Morfeo'. El procedimiento consiste en entrar en las casas de noche aprovechando que sus moradores duermen para sustraer todo los objetos de valor que encuentran a su paso, como joyas, pequeños electrodomésticos y material informático, así como vehículos de alta gama.
En este último caso, los ladrones, una vez dentro de la vivienda, se hacían con las llaves de los coches guardados en el garaje y los utilizaban para huir del lugar. De los coches sustraídos, la Guardia Civil ha recuperado por el momento 30. También se han recuperado joyas, ordenadores portátiles, relojes, accesorios de marcas de lujo e incluso desodorantes y cremas corporales de estas marcas. El valor de todo lo sustraído, según la Benemérita “es incalculable” debido a que “muchas de las joyas sustraídas eran herencias familiares”.
Los chalets asaltados se encuentran en urbanizaciones de lujo de la Comunidad de Madrid, ubicadas concretamente en Torrelodones, Collado Villalba, Las Rozas, Villaviciosa de Odón, Galapagar , Moralzarzal, San Agustín de Guadalix, Aravaca, Algete, Fuente el Saz del Jarama, Madrid, Alpedrete, Alcobendas, Guadarrama, Majadahonda, Brunete, Boadilla del Monte y Pozuelo, en Madrid y en la población de Víver en Castellón.
HASTA CINCO ROBOS EN UNA NOCHE
Para no ser oídos cuando accedían a las viviendas y levantar las menores sospechas posibles en los inquilinos, los ladrones iban provistos de guantes, gorros de lana, calzado con suela de goma, e iban conectados en todo momento por walky-talkies. Además, para dar mayor rapidez a sus asaltos utilizaban incluso una carretilla plegable para trasladar su botín.
Asimismo, según detalló la portavoz de la Guardia Civil, Mercedes Martín, “en una misma noche podían cometer hasta cinco robos por este método”. Previamente, añadió, habían escogido la vivienda que iban a asaltar estudiando las características de la misma.
Por ello, elegían chalets que estuvieran aislados y con puertas correderas para actuar en la planta baja. “Los moradores han manifestado que en alguna ocasión hayan podido utilizar algún producto que acentuase el sueño para impedir que despertasen, pero por el momento no hemos encontrado indicios de ese hecho”, puntualizó la portavoz.
VIDA AISLADA EN MADRID Y VIGO PARA EVITAR SOSPECHAS
Las investigaciones de la Benemérita para desarticular a este grupo comenzaron el pasado mes de junio, tras haberse detectado por parte de este Cuerpo de Seguridad un incremento del número denuncias de asaltos a viviendas con el mismo 'modus operandi'.
Se hizo cargo de la investigación el Equipo de investigación de la Policía Judicial de Boadilla y, fruto de las declaraciones de las víctimas, se logró localizar un vehículo, un BMW, que resultó estar robado y fue localizado en una calle de Madrid. Posteriormente, se sometió a vigilancia y se logró ubicar a los cuatro integrantes del grupo“, explicó la portavoz de la Guardia Civil.
Los integrantes de la banda, tres hombres y una mujer, vivían de “forma aislada” en Madrid y Vigo para evitar sospechas y “se reunían única y exclusivamente” para la comisión de hechos delictivos, “los cuales habían sido planificados con antelación”, añadió.
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial y han sido ingresados en prisión. Se trata de H.K., de 38 años; H.D., de 29 años; C.C.C., de 28 años; y S.D., mujer de 27 años. Los dos primeros son originarios de Albania, y los dos últimos, según la documentación presentada, proceden de Rumanía, pero la Guardia Civil sospecha que estos documentos pudieran ser falsos y que su origen real sea albanokosovar.