En La Rioja trabajan 900 agentes de la Guardia Civil en los 26 cuarteles que existen en nuestra región. Muchos no sólo trabajan en ellos, sino que también viven con sus familias en las casas cuarteles. Esta 'convivencia' entre las dependencias policiales y los hogares de centenares de personas ha marcado la vida de estos agentes, casi siempre de forma negativa.
El 21 de marzo del año pasado, ETA explotaba 70 kilos de explosivos en una coche bomba frente al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra en plena Semana Santa. No hubo víctimas mortales pero sí, cuantiosos daños materiales en las viviendas colindantes al cuartel. 40 familias tuvieron que se desalojadas ya que los edificios en los que vivían resultaron seriamente dañados con la explosión. En la casa cuartel de la ciudad de Quintiliano no residía ningún agente con su familia. Eso pudo evitar una tragedia.
La tragedia se evitó gracias a un milagro el pasado 29 de julio en Burgos. ETA explotaba una furgoneta bomba con 200 kilos de explosivos frente a la casa cuartel de la capital castellano-leonesa. La bomba estallaba a las 04.00 de la madrugada cuando decenas de familias dormían en el edificio. ETA no avisó de la explosión y milagrosamente salieron ilesas la gran mayoría de las personas que residían en el edificio. La bomba dejaba un cráter de 7 por 2 metros y la sensación de que un centenar de ángeles de la guardia hacían horas extras por estos vecinos burgaleses.
La furgoneta bomba estuvo aparcada varias horas frente a la casa cuartel. Los terroristas habían doblado la matrícula de un vehículo de similares características y propiedad de un vecino para que pasara inadvertida. Como así ocurrió.
No tuvieron tanta suerte los dos guardia civiles asesinados por ETA. Carlos Saenz de Tejada y Diego Salva fallecieron cuando el vehículo en el que viajaban saltaba por los aire debido a una bomba alojada en los bajos del coche. Éste había permanecido aparcado a las puertas del cuartel durante varias horas, tiempo que aprovecharon los etarras para colocar el explosivo.
Esta fatídica cadena de atentados ha provocado la indignación y el hartazgo de los agentes de la Guardia Civil, cansados de homenajes, misas solemnes y medallas póstumas tras los asesinatos. Tanto es así, que los guardia civiles amenazan al propio ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con manifestarse para reclamar mejoras en la seguridad de los cuarteles de toda España. Es una petición compartida por la delegación riojana de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Su portavoz, Javier Torrellas ha dado una cifra contundente: el 40% de los cuarteles riojanos necesitan urgentemente mejoras en sus sistemas de seguridad y el resto, una revisión a fondo de los que ya tienen.
LAS CASAS CUARTEL DEBERÍAN DESAPARECER
“Las medidas de seguridad deben ser mejoradas en los tiempos que corren... hay puntos concretos que ni podemos ni queremos desvelar a la prensa porque sería darle más pistas al enemigo” asegura Torrellas, “pero son mejoras básicas en cámaras de seguridad, inhibidores de frecuencia y la que es más importante: la reagrupación de cuarteles”.
En este punto, Torrellas se muestra muy firme. La mejor forma de aportar seguridad a la Guardia Civil sería reagrupando a estos agentes en el Cuerpo Nacional de la Policía. Esto provocaría, además de la desmilitarización y una equiparación de derechos y salarios con el resto de policías nacionales, la desaparición de las casas cuarteles. “Calahorra, Legutiano (Álava), Burgos... después Calviá... lo que ha pasado en pleno siglo XXI es intolerable, es una vergüenza y debería caérsele la cara al ministro del Interior” afirma el portavoz de la AUGC en La Rioja.
Torrellas asegura que estos atentados se podrían haber evitado si las medidas de seguridad hubiesen sido mejores. Es una cuestión de números: en lo que va de año ETA ha atacado en diversas ocasiones a las casas cuarteles de la Guardia Civil, no sólo porque sus agentes pertenecen a un Cuerpo que les ha perseguido históricamente sino porque son objetivos fáciles.
“Estamos en contra de las casas cuarteles. Deberían ser centros policiales o desaparecer, es un problema que llevamos acarreando desde hace muchos años” aclara Torrellas “la mejor medida sería la reagrupación con la Policía Nacional. Los policías no viven en las comisarias, sólo son dependencias policiales a las que acuden únicamente a trabajar”.
Los guardia civiles están en pie de guerra y no van a esperar mucho tiempo. Les va la vida en ello a ellos y a sus familias que “son carne de cañón” en palabras del portavoz de AUGC. Por ello, si Rubalcaba no atiende a sus peticiones saldrán a la calle como ya lo han hecho en otras ocasiones para reivindicar mejoras salariales. Ahora no se trata de eso, sino de salvaguardar sus vidas, especialmente amenazadas por ETA, que les ha colocado en su punto de mira desde que comenzara a asesinar en los años 70.
“El ministerio tiene dinero suficiente para invertir en seguridad en todos los cuarteles de la Guardia Civil” dice Torrellas, decepcionado con los partidos políticos y sus promesas. Asegura que la tan anunciado desmilitarización de la Guardia Civil por el PSOE sólo fue “una operación de maquillaje” y que hoy por hoy se han conseguido algunas mejoras después de mucho pelear. “El PSOE no ha hecho nada pero el PP tampoco hizo mucho cuando estuvo en el Gobierno. Si hay que dar, daremos a todos”.