“La cifra de muertos sube rápidamente, al tiempo que recibimos información de aquellas zonas más afectadas, cuyas comunicaciones están siendo restablecidas”, informó el oficial del ministerio, Mokhlesur Rahman.
De momento, varios helicópteros del Ejército y barcos de la Armada bangladeshí se han sumado a las tareas de salvamento en las zonas arrasadas al paso del ciclón, que podría llegar a más de 1.100 muertos según el balance extraoficial publicado por la agencia de noticias United News of Bangladesh.
Según el subsecretario de Naciones Unidas, John Holmes, el daño a las cosechas ha sido “extremadamente severo”, y añadió ayer en rueda de prensa que el organismo internacional está comenzando a preparar una ayuda valorada “millones de euros” para el país asiático.
El subsecretario estimó que cerca de 20.000 hogares habían sido completamente destruidos, y consideró que la cifra final de muertos podría ser muy superior a las previsiones que maneja el Gobierno de Dacca.
Por su parte, organizaciones humanitarias como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) o CARE ya están trabajando con los gobiernos locales para aportar agua potable y raciones de comida a los afectados.
“Esperamos que la preparación de los servicios de emergencia y la rápida acción de las autoridades haya reducido la pérdida de vidas humanas”, declaró el representante de CARE en Bangladesh, Suman Islam, en un comunicado.
“Sin embargo”, añadió, “muchas personas se encuentran sin hogar, las cosechas han sido destruidas y esto (el ciclón) va a añadir presión al Gobierno, a la economía y al propio pueblo de Bangladesh”.