El caso del 14N aparece de nuevo en la prensa nacional

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Durante la Huelga General del 14 de noviembre del 2012 contra la reforma laboral del PP, Pablo Alberdi y Jorge Merino, ambos militantes de CNT de Logroño, fueron acusados de ser los responsables de los disturbios que se produjeron en la ciudad. Este caso fue bautizado como el “no-caso” por la plataforma Stop Represión en La Rioja y la prensa nacional se hizo eco de lo sucedido. La última, la columna de opinión semanal de Iker Armentia en eldiario.es.

Jorge siempre mantuvo que “cuando pasó todo, yo estaba en Navarra, trabajando en el turno de noche” (en Navarra no se había convocado la huelga). En cuanto a Pablo, explicó que en el momento de la detención levantaba una pancarta y “no tiré ninguna piedra; en los escritos nadie me identifica a mí”. Después de casi seis años espera, el juicio se saldo con ambos condenados.

“A día de hoy no se sabe qué policía fue quien ordenó su borrado”.

El periodista de eldiario.es resume así el caso en su columna de opinión: “Esta es la historia de un globo de pintura que se convirtió en una pancarta y de un joven que huía de la policía sin echar a correr. Es también la historia de unas grabaciones destruidas por la policía y de otro joven que fue acusado de inducción a un delito de atentado a la policía cuando estaba trabajando en un pueblo a 52 kilómetros”.

El artículo critica el papel de la Policía en este caso y habla de los cambios de la versión policial: “Un cambio de versión policial tan significativo para los derechos del acusado es tan sólo una matización sin importancia para la justicia”.

“El No-Caso: Un nombre muy apropiado”

También hace un reflexión: ¿Por qué alguien que supuestamente es culpable de tirar una piedra a la policía se arriesgaría a reclamar las grabaciones de la policía? ¿Por qué la policía no dejó que fuera la justicia quien determinara si las imágenes eran útiles para la causa? Las autoridades no investigaron la destrucción de las imágenes. A día de hoy no se sabe qué policía fue quien ordenó su borrado”.

Iker Armentia concluye un artículo en el que desgrana todo lo sucedido aquella noche de 2012 y durante los 7 años que han pasado: “En Logroño llaman a este caso el 'no caso'. Un nombre muy apropiado.”