El confinamiento pasa factura al BM Logroño

Rioja2

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Casi un mes sin competir se nota. Si encima apenas se ha contado con diez días de entrenamientos, se acusa más. Es el efecto de la Covid en el BM Logroño, que visitó a la plantilla franjivina hace unas semanas, con el correspondiente confinamiento del equipo, y que este miércoles ha empezado un carrusel de partidos sin descanso cada tres o cuatro días hasta el final de la temporada. Como era de intuir, Ademar León supo mantener la paciencia necesaria para que el paso de los minutos afectara, bastante como se apreció en el tramo final del duelo, a un conjunto que cuajó una buena primera parte, pero que no tuvo el aguante físico necesaria para aguantar el alto ritmo impuesto durante la primera media hora. La consecuencia fue el 26-34 final, exagerado por cómo se fue desarrollando la contienda.

Miguel Ángel Velasco fue valiente. En vez de dosificar sus piezas e ir de menos a más, apostó por el alto voltaje, por imprimir un ritmo superior al que acostumbra el cuadro leonés. Morir matando. De partida, más o menos, salió según lo previsto, ya que pese al 0-1 el mando en los tiempos, y en el marcador, correspondió al bloque logroñés que después del 3-2 y el posterior 6-6 tomó una pequeña renta, 8-6 pasados los diez minutos, que iría en aumento hasta el 13-9 una vez superado el ecuador del primer acto.

Ademar apenas podía correr, una de sus grandes armas, como sí acontecería en la segunda parte, así que debía ir a remolque. Moreira mantenía la diferencia, 15-12 pese al ligero arreón de los hombres de Manolo Cadenas, pero hasta el intermedio, los visitantes fueron creciendo hasta empatar a 18 con minuto y medio para irse a los vestuarios. Por fortuna, Pina anotaba en la última jugada del primer tiempo para que los suyos siguieran por delante, 20-19. Falta comprobar si la ausencia de Serradilla en el centro de la defensa se iba a acusar (cubierto con Ernesto Goñi durante muchos minutos).

En la segunda parte, Sánchez-Migallón ponía el 21-19, pero un parcial de 0-3 en poco más de 5 minutos invitaba a pensar que se iba a hacer largo el choque para los riojanos. Pese al adverso 21-22, Dorado empujaba a los suyos para voltear el marcador, 24-23, justo cuando Feuchtmann abandonaba el partido por tres exclusiones en el minuto 42. Otro parcial de 0-3 favorable permitía al Ademar sentirse cómodo aguantando en su campo, esperando el fallo del rival y saliendo a la carrera para marcar goles con relativa facilidad. El 24-26 con un cuarto de hora por delante provocaba que el BM Logroño para tener opciones tenía que mejorar en el ataque para no permitir las transiciones ofensivas de los leoneses.

Dorado, desde los 7 metros, acercaba, 25-26. El problema vino en los posteriores 14 minutos: El parcial de 1-8 fue contundente. Slavic bajo palos ayudó (apareció tras el descanso). El escaso acierto no ayudó. Seis ataques finalizados con tiro (un gol, 3 paradas de Slavic, un tiro fuera y otro al poste), pero es que atrás el Ademar León lo hacía fácil cuando podía correr. Resultaron intranscendentes las cuatro paradas en este tramo de Rangel porque donde no había continuidad fue en la otra parte del campo. Así se fue llegando hasta el 26-34 final por mucho que Velasco intentara frenar la inercia con un tiempo muerto con el 26-29 a 9 minutos de la conclusión. El confinamiento vivió pasaba factura.

Foto: BM Logroño