La ayuda humanitaria corre, cada vez, más peligro. Los ataques a los cooperantes y a las ONG desplazadas a las zonas de conflicto se están incrementando, agravando así la crisis humanitaria que sufre la población de estos territorios afectados por la violencia.
La situación que viven los trabajadores humanitarios es tal que, durante los seis primeros meses de 2009, un total de 21 misioneros fueron asesinados. Según los datos de Obras Misionales Pontificias de España (OMPE) y que publica la agencia Europa Press, entre estos misioneros fallecidos se encontraban dos españoles: el párroco Eduardo de la Fuente, asesinado en Cuba el pasado 14 de febrero; y Ramiro Ludeña, quien perdió la vida el 19 de marzo en Recife (Brasil).
Ludeña trabajaba desde hace 34 años en el país en favor de los más desfavorecidos, especialmente con los niños de la calle y fue tiroteado cuando se disponía a salir con su vehículo de un estacionamiento.
Además de los españoles, entre los fallecidos se encuentran ocho iraquíes, tres colombianos, dos sudafricanos, dos nepalíes, un italiano, un burundés, un estadounidense y un austriaco.
El pasado mes de julio se sumó una víctima más a esta terrible lista, el misionero español Mariano Arroyo, asesinado en Cuba a mediados del pasado mes de julio. De este modo, la cifra se elevaría hasta los 22 asesinatos. En todo el año 2008 fueron asesinados 38 misioneros.
Sin embargo, no todo son malas noticias en el campo de la cooperación. Los 15 trabajadores humanitarios de la Media Luna Roja yemení que habían sido secuestrados la semana pasada han sido puestos en libertad, según informó la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
Los seguidores del líder rebelde chií Abdul Malik al Huthi, habían secuestrado a varios doctores, enfermeros, administradores y miembros de la organización en un campamento de refugiados el pasado jueves.
“Sólo estuvieron cautivos unas pocas horas, lo peor que ocurrió es que se llevaron una ambulancia”, indicó un portavoz de Cruz Roja en Ginebra, el cual añadió que todos se encuentran ilesos.
Además, comentó que “el FICR está alarmado por la intensificación de los enfrentamientos armados en el norte de Yemen durante las últimas dos semanas”. “Cientos de personas han dejados sus hogares para buscar refugio temporal en las provincias de Saada y Amran”, explicó, afirmando que la organización está preocupada por la “seguridad de los desplazados internos”.