El Regal Barcelona está un escalón por encima

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El Regal Barcelona volvió a vencer, esta vez en liga ACB, al Real Madrid (78-73) con una cómoda victoria en el Palau Blaugrana, en un partido perteneciente a la vigésima novena jornada, demostrando la gran diferencia actual entre estos dos conjuntos, certificando a su vez con casi total seguridad el título de liga regular para los catalanes.

Messina afirmó esta semana que este partido podía servir para acortar aún más las diferencias entre estos dos planteles tras las buenas sensaciones en Euroliga, aunque nada más lejos de la realidad. Los blancos demostraron una vez más que son incapaces de hincar el diente al todopoderoso Barça, y el 7-1 global en esta temporada así lo certifica.

La poca anotación en los dos bandos fue la tónica en el inicio de la contienda debido al conocimiento de los puntos fuertes del contrario al haberse enfrentado ya en infinidad de ocasiones esta temporada. No obstante, cuando los nervios propios del comienzo del choque dejaron de aflorar, la fluidez del juego aumentó y con ella la anotación.

Tras las primeras ventajas mínimas de los blancos, poco duraderas, apareció Navarro, en su 54º choque ante el Real Madrid, que asumió el protagonismo con tres triples consecutivos, que colocaron por delante a su equipo (15-12), recordando al jugador determinante de la eliminatoria de Euroliga.

Acto seguido, se plasmó la tensión en el Palau Blaugrana debido a la señalización de una técnica sobre Pete Mickeal por botar efusivamente la bola tras una decisión en su contra. Sin embargo, un triple en el último segundo del primer cuarto de Basile desde cerca de 8 metros calmó por momentos los ánimos del respetable.

Poco después, la igualdad reinante se rompió en favor de los catalanes, que se aprovecharon de la deficiencia en el rebote y la mala selección de tiro de los de Messina, provocando las primeras diferencias considerables (26-19). A partir de ahí, los blancos comenzaron a mostrarse cada vez más impotentes ante la defensa azulgrana y sólo los tiros libres sustentaban mínimamente a los blancos en un segundo cuarto para olvidar.

EL REAL MADRID, PRESO DE LA IMPOTENCIA

La desesperación en los visitantes llegó a su punto álgido cuando a falta de tres segundos para llegar al descanso Jaric cometió una técnica por protestar. Al descanso, la ventaja local (42-25) era una demostración ideal de la diferencia abismal de juego y de claridad de ideas entre los dos conjuntos.

A partir del descanso, la dinámica del choque no varió en principio. Los locales siguieron en la misma línea sin bajar la guardia, mientras que los de Messina, a pesar de estar más acertados desde más allá del 6'25, eran incapaces de reducir los veinte puntos de diferencia.

Ya en el último acto, los merengues, más por amor propio que por esperanza, lo intentaron de todas las maneras colocándose a sólo catorce puntos, dejando un atisbo a la esperanza de cara a los últimos minutos, aunque pareció más bien un espejismo en el que los blancos intentaban maquillar el resultado.

Incluso, a los dos últimos del final y gracias a los triples de Prigioni, llegó la tensión al coliseo blaugrana ya que los blancos se acercaron hasta los siete puntos, aunque el Barcelona parecía incapaz de dejar escapar un choque que dominó con comodidad durante la gran fase del choque.

El mejor de la contienda, una vez más, fue Juan Carlos Navarro, con 20 puntos, bien secundado por la labor de Erazem Lorbek bajo los aros, quien logró 15 tantos con 6 rebotes. En los blancos, por su parte, los jóvenes Ante Tomic, 12 puntos y 7 rebotes, y Sergio Llull, con 19, tiraron del carro.

Tras esta derrota, el conjunto dirigido por Ettore Messina puede ser alcanzado en número de victorias por parte del Caja Laboral, si los vitorianos vencen este domingo al Cajasol, además de dejar claro que hoy en día no pueden competir con el equipo de Xavi Pascual.