El descubrimiento de un tercer lagar en el yacimiento de la ciudad celtíbera de Contrebia Leucade, de Aguilar del Río Alhama, ha confirmado que sus habitantes elaboraban vino de forma generalizada al menos desde el siglo II antes de Cristo.
El director de las excavaciones, José Antonio Hernández Vera, ha explicado que durante la campaña de este año, que se ha centrado en la alineación de casas tras la muralla romana del sector norte, se encontró este lagar, muy importante por sus “excepcionales condiciones de conservación”.
Según Hernández Vera, la estructura del lagar corresponde al tipo más estandarizado en La Rioja y en la Península, compuesto por una pileta llamada pisadera, donde se pisaba la uva, el canalillo por donde discurría el mosto, y el torco, un depósito más profundo en el que se decantaba el líquido.
Los tres lagares hallados en Contrebia Leucade pertenecían a domicilios particulares y se sitúan en la planta baja de las casas.
El primero, que fue descubierto en los años 90, se identificó simplemente como una instalación de tipo industrial, pero se encontraba “en muy malas condiciones de conservación”.
El segundo se encontró en el extremo sur de la ciudad en 2004 y estaba mejor conservado, pero el pasado mes de julio se encontró este tercer lagar, que, además, es de un tamaño mucho mayor que los anteriores, lo que parece indicar que la producción excedería el consumo familiar y que, en parte, se comercializaría en el poblado y en ciudades vecinas.
Hernández Vera, profesor de Prehistoria en la Universidad de Zaragoza, ha anunciado que en la próxima campaña de excavaciones seguirán con su trabajo sobre el urbanismo de la ciudad, en sus casas y calles, para configurar completamente la zona norte y dejarla “espectacular y elocuente”.
El visitante de Contrebia Leucade puede contemplar la muralla, el foso, el pozo, calles, casas, depósitos y canales de evacuación de aguas.
Además, Hernández, que nació en Aguilar y trabaja en este yacimiento prácticamente desde que empezaron las excavaciones en 1989, ha subrayado el recrecimiento de los torreones defensivos de la muralla llevado a cabo por la consejería de Cultura, que permite una visión “más completa” de la ciudad.