Estudiando con 30 grados: el calor invade las aulas

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Las altas temperaturas hacen muy difícil atender una clase o estudiar para un examen. No es un problema sólo del sur de España. Este año el calor ha llegado antes de tiempo y en La Rioja también se sufre. La mayoría de los centros no cuentan con aire acondicionado y estos días buscan alternativas para hacer más llevadera la jornada. Y es que soportar más de 30 grados en un aula llena hace más complicado el final de curso.

En la Consejería de Educación han explicado que no les consta que haya habido problemas derivados del calor y, si los ha habido, han sido resueltos en los propios centros sin necesidad de recurrir a instancias superiores. No obstante, en FAPA-Rioja sí que han recibido “numerosas quejas” por la situación que se está viviendo este año y que, en los colegios, afecta a la población más vulnerable, los niños. “Los centros no están preparados, no tienen aire acondicionado. La Administración debería tomar nota e impulsar medidas, porque, aunque son días puntuales, es la tendencia. Ahora el calor llega antes y dura más”, asegura Kilian Cruz.

POSIBLES SOLUCIONES

En cualquier caso, la solución no tiene que pasar, necesariamente, por climatizar las aulas. “Somos realistas y sabemos que es una inversión importante, pero al menos debería hacerse una labor informativa mayor, para que los profesores sepan cómo actuar ante un caso de estrés térmico y también acciones de prevención, que eviten llegar a esa situación”.

En el sindicato ANPE-Rioja coinciden en apostar por otras medidas menos costosas como contar con un buen aislamiento. Como indica Clara Álvarez, de este sindicato, “es un problema estructural, ya que muchos colegios no han sido construidos correctamente, se han usado malos materiales, no están en la orientación adecuada y no están bien aislados”.

Terminar las clases antes sería otra solución. Álvarez apunta a que, a estas alturas, sería mejor que los alumnos ya no tuvieran actividades lectivas, aunque podrían acudir al colegio a realizar actividades extraescolares, exámenes, recuperaciones...pero, en ningún caso, tener que permanecer muchas horas en clase.

A esto se suma el hecho de que hay demasiados niños en las aulas. “Debería reducirse la ratio para que haya menos alumnos por clase” y así evitar el hacinamiento, que contribuye a subir la temperatura.

Así, hay profesores que optan por sacar a sus alumnos al aire libre para no estar encerrados, otros escogen actividades extraescolares con agua, mientras que los hay que reducen la carga lectiva...Alternativas imaginativas para hacer frente a las últimas semanas de curso.