Fallece el pintor y escultor Alejandro Rubio Dalmati

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El escultor y pintor Alejandro Rubio Dalmati ha fallecido la madrugada del sábado en la capital riojana. Nacido en Chile en 1913, con cinco años se trasladó a vivir a la que siempre ha sido su tierra, La Rioja.

Rubio Dalmati ha contribuido de forma decisiva a crear la actual imagen de Logroño con obras tan importantes como la Estatua del Labrador, la Fuente de los Ilustres o el Monumento a los Donantes de Sangre.

Un hombre comprometido con la sociedad y la lucha por la libertad. Durante su trayectoria profesional recibió numerosos galardones, recibiendo del Gobierno de La Rioja el máximo reconocimiento a un artista en nuestra Comunidad Autónoma, el Galardón a las Bellas Artes Riojanas, el 10 de mayo de 2000

El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, lamentó el fallecimiento del pintor y escultor y expresó sus condolencias a la familia. Sanz, en nombre de todos los riojanos, envió un telegrama a sus familiares en el que ha expresado su dolor y ha destacado su trayectoria profesional.

El Ayuntamiento de Logroño también se ha sumado a las muestras de dolor enviando sus condolencias a la familia de Alejandro Rubio Dalmati (21/04/1913, Chillán, Chile) que ha fallecido esta madrugada en nuestra capital.

SU VIDA

Alejandro Rubio Dalmati, artista visual. Nació el 21 de abril de 1913 en Chillán, Chile.

A los cinco años de edad su familia se radicó en la ciudad de Logroño, España. Luego de iniciar estudios de contabilidad, ingresó a la Escuela de Artes y Oficios de Logroño y más tarde a la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, asistió al taller de Victorio Macho y también realizó estudios en la Escuela Massana de Barcelona, España.

Su padre que era tallista de profesión y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Logroño, le habría iniciado en el artesanado policromado, el tallado en madera y técnicas de vaciado escultórico.

Volvió a Chile en 1936, tras la Guerra Civil Española y se dedicó a la pintura al fresco, fundición en bronce, la talla en madera y piedra y esmalte sobre metal. Ejecutó encargos de obras de carácter religioso en distintas catedrales, una intensa tarea que duró desde 1937 hasta 1945. En nuestro país estudió dibujo y pintura en la Universidad Católica de Chile en Santiago.

De regreso en España en 1945 se radicó en el pueblo de Viena en Navarra, donde se dedicó a estudiar rostros y caracteres, tomando apuntes y profundizando en la figura humana. Volvió nuevamente a Chile en 1948 para incorporarse a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile. También hizo clases en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile y en el Instituto Femenino de Estudios Superiores de la misma Universidad.

En 1965 viajó a España uniendo su trabajo al de su sobrino Alejandro Narvaiza Rubio, realizando diversas obras bajo el nombre artístico Dalmati-Narvaiza. Sus especialidades artísticas abarcaron la pintura al óleo, frescos, mosaicos, esculturas y fotografía. En la escultura trabajaron en madera, piedra, bronce, mármol y cerámica.

Fue cónsul de Chile en Logroño desde 1966 hasta 1972.

Además se desempeñó como profesor de Arte en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile y en Logroño. Fue miembro del Instituto de Estudios Riojanos de España.

ESTRATEGIA VISUAL

Las capacidades como dibujante y conocimientos volumétricos aportaron grandemente al trabajo en equipo junto a Narvaiza quien destaca mayormente en el ámbito de la pintura, el diseño y la fotografía. Ambos complementaron habilidades al servicio de las obras que realizaron de tal modo que no se aprecian diferencias en su factura.

Juntos han realizado numerosos monumentos, trabajos en catedrales, dentro de temáticas figurativas y realistas confeccionando esculturas en torno a la figura humana, relieves, mosaicos, murales, vitrales sobre temas religiosos de Cristos, vírgenes, santos, entre otros. En España destacan monumentos en las ciudades de Logroño, Lérida, Cenicero, Villalba de la Rioja y a personajes como el Almirante Valdés en Fuentemayor; monumento a los Donantes de Sangre; monumento mural dedicado a los héroes cenicerenses de 1834 como muchos otros retratos y escudos. Además de pinturas y dibujos sobre escenas de vendimia, pescadores curtidos y ancianos.

Otro aspecto a considerar en el trabajo conjunto de los artistas es la tendencia a la fragmentación de muchas de sus obras, pero a modo de síntesis y resumen de una serie de visiones. Así de dos figuras de campesinos se ofrecen solamente sus rostros o de una barca un fragmento de su quilla.

En las esculturas han tratado temas sobre el hombre Riojano, figuras que suelen ser de aspecto vigoroso, robustas, macizas, consistentes en tamaño natural.