El presidente francés, Nicolás Sarkozy, se enfrentará hoy a su primer test electoral, desde que obtuviera el poder en mayo, ante las elecciones municipales y cantonales que podrían dar un duro golpe a su partido de centro derecha UMP.
Más de 287.000 candidatos componen las elecciones municipales y cantonales que se desarrollarán en Francia del 9 al 16 de marzo. Las últimas encuestas reflejan que la pérdida de popularidad del presidente podría volcarse hacia la oposición socialista.
En este sentido, los socialistas, liderados por Segolene Royal, ven aquí una oportunidad para golpear a Sarkozy tras los resultados de las elecciones generales. El conocido alcalde de Paris, Bertrand Delanoe, espera mantener el control de la capital, además de otras ciudades que la izquierda intenta conservar como Lyon, Lille y Rennes y capturar otras simbólicas como Marseille, Toulouse y Estrasburgo.
La cobertura de la vida privada del presidente y su matrimonio con la cantante y modelo Carla Bruni, el aumento del coste de vida y una economía vacilante han dado un revés a su popularidad que ha caído de forma considerable.
Una encuesta realizada por el Instituto Ifop que se dio a conocer el pasado martes mostraba que la aprobación de Sarkozy había bajado al 41 por ciento con respecto al 67 por ciento que tenía en mayo, cuando ganó las elecciones y dio un giro a todas las políticas, mientras que el primer ministro Francois Fillon alcanza el 66 por ciento de aprobación.