La madrugada de este domingo, 27 de octubre, ha finalizado el horario de verano. A las 03.00 horas de esta noche, los riojanos, al igual que el resto de españoles, hemos tenido que retrasar una hora nuestros relojes para que de nuevo vuelvan a marcar las 02.00 horas.
De este modo, se recupera un año más el horario de invierno, de acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los Estados de la UE.
En febrero de 2018, a propuesta de Finlandia, la Eurocámara votó sobre la posibilidad de terminar con el cambio de hora. A pesar de recibir 384 votos en contra y tan solo 153 a favor, el Parlamento Europeo se comprometió a estudiar la viabilidad del cambio de hora y abrió una consulta pública, en la que más del 80% de los 4,6 millones de ciudadanos que participaron, se mostraron a favor de acabar con los cambios de hora.
Aunque la Comisión Europea aprobó la eliminación del cambio de horario, en marzo de este año la comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo apostó por retrasar hasta el año 2021 la eliminación del cambio de hora bianual propuesto por la Comisión Europea para abril de este año, de forma que las capitales tuvieran más tiempo para decidir si el país se queda con el horario de verano o el de invierno.
Países como Portugal ya han decidido que continuarán con el cambio de hora estacional.
Las primeras disposiciones sobre el horario de verano se adoptaron en Europa en 1980 y desde el año 2000, con la mencionada directiva, quedaron establecidas las reglas que marcan su inicio en marzo y su finalización en octubre.
El cambio de hora empezó a generalizarse a partir de 1974, a partir de la primera crisis del petróleo, cuando algunos países decidieron adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
El caso de España
En España, el Ejecutivo creó una comisión de 14 'sabios' para determinar la conveniencia o no de eliminar el cambio de hora estacional y, en caso de decisión afirmativa, decidir qué horario era más adecuado, el de verano o el de invierno.
En marzo del año pasado, esta comisión presentó un informe en el que no llegó a ninguna “resolución concluyente”, habida cuenta de la “gran cantidad de repercusiones de impacto” que tiene esta medida en campos como el económico o el cultural.
España geográficamente está ubicada en el uso GMT+1 coincidiendo con la mayor parte de Europa, excepto Reino Unido, Irlanda y Portugal, que se mantienen en el UTC/GMT+0. Esta adscripción de huso es la que marca desde 1940 la hora oficial española, adelantada en 60 minutos a la hora universal.
En la latitud de España las horas de sol son las mismas, aproximadamente diez en invierno y unas 14 en verano, pero no amanece o anochece a la misma hora en el este que en el oeste, pudiendo haber más de una hora de diferencia de un extremo al otro. Vigo, por ejemplo, es la ciudad europea en la que más tarde anochece.
Por otra parte, la comisión encargada de estudiar la conveniencia o no de eliminar cambio horario estacional, dictaminó que España debía mantener su actual huso horario, un debate paralelo al del cambio de hora estacional y en el que algunos se inclinaban por que España adoptara el huso horario de Londres y Portugal frente al de Berlín.
“España lleva empleando el mismo huso horario desde hace más de 30 años, que coincide con el de Alemania y se remonta a la época franquista”, indicó en marzo la ministra portavoz Isabel Celaá.