Tropas de combate estadounidenses salieron esta tarde de la última de las ciudades de Iraq, devolviendo así a las autoridades de este país el control de todos los centros urbanos, una medida que los iraquíes ya están celebrando en las calles.
Por esta razón, el Gobierno iraquí ha declarado festivo el día de la retirada, bautizándolo como Día Nacional de la Soberanía. “Este día, que consideramos una celebración nacional, es un logro conseguido por todos los iraquíes”, subrayó el primer ministro, Nuri al Maliki, en un discurso televisado.
A partir de ahora las fuerzas armadas nacionales serán las encargadas de mantener la seguridad del país en las principales ciudades, aunque EEUU también estará presente con un contingente de más de 140.000 soldados desplegados en la zona.
El primer ministro declaró que las autoridades nacionales están en condiciones de mantener la seguridad de Iraq y ''los que piensan que los iraquíes son incapaces de defender su país están cometiendo un error fatal“ añadió al Maliki, quien recordó que la presencia de tropas extranjeras y la soberanía incompleta del Estado son parte del legado más serio que el país ha heredado de Sadam Huseim.
Mientras los militares iban entregando los puestos de control a las fuerzas iraquíes, las autoridades de Bagdad se preparaban para la gran fiesta anunciada para esta tarde en la que los habitantes de la capital planean celebrar por todo alto esta fiesta.
Para esta medianoche, todas las tropas de combate de Estados Unidos deben haberse retirado de los núcleos urbanos de Irak y trasladado a las bases de los alrededores, para continuar apoyando al Ejército nacional, de acuerdo con el pacto de seguridad alcanzado entre el Gobierno de Nuri al Maliki y la Administración de George W. Bush, que establece el repliegue total para diciembre de 2011.
Según informaciones recogidas por el periódico ABC, la guerra de Iraq deja tras de sí más de 4.318 bajas estadounidenses desde el inicio de la invasión en 2003 hasta hoy.