Después de un año complicado pora la hostelería, la Guía Michelin se presenta este lunes 13 de diciembre y dará a conocer sus nuevas estrellas. Mientras hay voces que defienden que este año no debería haber guía porque muchos restaurantes llevan cerrados desde marzo, otros creen que puede servir de empujón para lod establecimientos y las estrellas no fallarán este año.
En el firmamento riojano hay cinco estrellas Michelin: dos de El Portal de Echaurren que dirige Francis Paniego en Ezcaray, una de la Venta Moncalvillo en Daroca de Rioja con los hermanos Echapresto al frente, una de Kiro Sushi en Logroño de Félix Jiménez y la quinta también esta en Logroño, en el restaurante Íkaro que dirigen Carolina Sánchez e Iñaki Murúa.
Varios cocineros ha hecho sus quinielas para la próxima edición de la guía gastronómica más famosa. Uno de ellos es el riojano Ignacio Echapresto, que llevó la estrella Michelín hasta Daroca de Rioja y lo convirtió en el pueblo más pequeño del mundo en ostentar en este reconocimiento.
Echapresto apuesta por otro restaurante riojano, el Kiro Sushi, al que le augura la segunda estrella Michelin: “lo más parecido a un restaurante nipón que se puede encontrar fuera de Japón”. Tampoco se olvida de su casa: “aunque me conformo con mantener a flote la plantilla y el proyecto, una segunda estrella me llenaría de alegría, sobre todo por el equipo”.
El cocinero de Venta Moncalvillo también se lanza a predecir los próximos tres estrellas: Disfrutar (Barcelona) y Ricard Camarena (Valencia) y la segunda estrella para Culler de Pau (O Grove).
Aprovecha para recomendar el cordero asado del Terete en Haro, salido de “un horno que no se apaga nunca” y al bocatita de sardinas y guindilla del Gil (Logroño), que “siempre apetece comerse”.
Pase lo que pase en la gala, que será virtual por las circunstancias sanitarias, Ignacio Echapresto confía en que la guía tenga “su corazoncito” y valore el trabajo que han hecho los restaurantes para salir adelante.