La Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA (Anvite) celebrará el Día de las Víctimas del Terrorismo recordando a Jesús Blanco - riojano de Berceo-, asesinado por ETA hace 35 años en Pamplona cuando se disponía a acudir a su trabajo como jefe del Servicio de Comunicaciones del aeropuerto de Noáin.
A través de un comunicado, Anvite ha animado a todos los ciudadanos a sumarse a este acto “en recuerdo de Blanco y de todas las víctimas del terrorismo”, el próximo 27 de junio a las 19.30 horas en la avenida Bayona número 36 de Pamplona, donde fue asesinado.
Aquel día de junio de 1983, varios etarras le esperaban a la puerta de su domicilio desde minutos antes de la 8 horas, cuando, habitualmente, salía para dirigirse a su trabajo. En ese momento, fue abordado por un individuo que llevaba un rato esperando en la acera de en frente. Otros dos terroristas esperaban sentados junto a una zapatería cercana. Uno de ellos se acercó a Jesús Blanco y le disparó tres tiros a bocajarro, uno en la nuca.
En 1986 la Audiencia Nacional condenó a Enrique Labay Machín a 29 años de prisión por el asesinato de Jesús Blanco. Diez años después, en 1996, fueron condenados a 30 años de reclusión mayor los etarras Fermín Urdiain Ciriza y Joaquín Sancho Biurrun por el mismo asesinato.
Blanco, de 58 años, era natural de Berceo (La Rioja), casado y con tres hijos.
En el año 2010, el Congreso de los Diputados decidió por unanimidad declarar el 27 de junio Día de las Víctimas del Terrorismo para, en palabras de su presidente, “perpetuar su recuerdo en la memoria colectiva de los españoles”.
Anvite ha considerado de “vital importancia seguir realizando este tipo de actos para impedir el blanqueo del terrorismo etarra y el olvido que esa estrategia provocaría para las víctimas”. “Nuestra sociedad no puede permitirse el lujo de olvidar la realidad de lo sucedido en esta tierra durante décadas de sangrienta actividad terrorista, por lo que este tipo de actos son hoy si cabe más importantes”, ha subrayado.
Según las la Asociación Navarra de Víctimas del terrorismo, “la sociedad, y especialmente los más jóvenes, deben conocer y recordar un relato real de lo ocurrido para construir una colectividad más justa y libre, donde la violencia no tenga cabida, ni pueda ampararse bajo ningún proyecto o anhelo político”.